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Pico de Ori, mil posibilidades; una ruta normal masificada, el resto entre muy salvaje y tranquilo. |
<<Si se prefiere atravesar la estrecha y aérea arista de la brecha, hay que ser capaces de franquear varios pasos vertiginosos de III inf. en mala roca>>
-"Pirineos 1000 Ascensiones, de Hendaya a Somport" de Miguel Angulo. Ed. Elkar 1997.
Ascender al
Pico de Ori (2019m), a nuestro Ori, desde
Erroimendi, era una tarea pendiente que tenía desde adolescente, si bien es cierto que en una ocasión bajé por la
Loma de Arhanolatze hasta las inmediaciones de este hombro en la montaña, lugar de paso importante para los txirrindulares camino del
Alto de Larrau.
Esta vez Ainara y yo arrancamos de Erroimendi tras una víspera con carrera y txikiteo en Lesaka, visita nocturna a Aezkoa (hasta las 2), y corta pernocta furgonetera en Salazar. Son las nueve y media pasadas y el calor aun no se hace notar mucho. Poco a poco bordeamos la base de las Cresta de Behaztoi y Elixaltolatze y bajamos a la torrentera de agua fría que baja de la Norte del Ori. ¡Qué lugar! Impresionante. Sobre nuestras cabezas tenemos seiscientos metros de desnivel de pizarras y terrazas de hierba inclinadas al abismo, por aquí sube la norte clásica, una vía de alpinismo con nieve que aparece en la mítica Guía de Pirineos de Bellefon. A nuestra derecha el agua cae por el Barranco de Alupiña hacia las profundidades del Valle de Larrañe (1450 metros de desnivel para coronar el Ori por este vallecito). Desde aqui coronamos la cima de Zazpigaña (1768m) dejando la Comba de Alupiña a nuestra izquierda. También hacemos un alto que aprovecho para trepar a la cercana cima de Ezpatagaña (1533m), una cresta airosa perdida del mundo. Y desde Zazpigaña, ya sobre terreno conocido para mí, nos enfrentamos al tramo más guapo y técnico del día, algo más difícil en el sentido que lo vamos a hacer; la Cresta de Alupiña (también conocida como de Zazpigaña). Para Ainara es su primera vez.
-Bueno Ainara, si ves que el paso es jodido y no lo quieres hacer, nos damos la media vuelta y bordeamos la cresta por el sendero, ¿OK?
-Ok.
El tramo de cresta tiene 120 metros de largura y varios pasos de I-II, con un escalón de 3-4 metros de III inferior, según reseñas. Sino se tiene aprensión a la enorme caída que hay en la vertiente oeste, se pasa bien sin cuerda, aunque hay que vigilar un poco la calidad de la roca. Pasaje espectacular y fotogénico de las montañas de Euskal Herria. Una vez llegados a la Brecha de Alupiña, paso natural del rincón, remontamos los casi 300 metros de desnivel que nos restan hasta la cumbre del techo de Zuberoa, Salazar e Irati, y primer dosmil de la cordillera. Antes de la abarrotada cima (50 montañeros llegaré a contar), vemos subir a un sarrio corriendo por la vertiente de Lapatia. Atención porque conozco a un corredor de montaña salacenco que entrena últimamente bastante en este cuestarrón de 900 metros de desnivel, y por un momento dudaremos de si se trata él o no (jaja). Otro dato salvaje: Me ha contado una buena fuente, que algunos sarrios, los más occidentales del Pirineo, pisan suelo aezkoano en otoño-enero. Increíble.
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