El Midi es especial, y cuando Mikel y yo llegamos tras hora y diez de caminata a los vivacs junto al Refugio de Pombie, nos percatamos de ello perfectamente. A la luz de los frontales se respira una atmósfera interesante, porque allí y allá hay tiendas y vivacs de gente escaladora charlando a la fresca, antes de ir al saco, y la noche, con el techo de mil estrellas sobre nuestras cabezas, es especial porque la Luna, a la que le queda un día para ser llena, ilumina todo como si impartiera magia.
Por la mañana caminamos aletargados hasta el nevero de la base de la pared Este del Midi. Queremos trepar por la Fouquier, vía abierta en 1968 de grados no muy difíciles pero que carece de equipamiento, solo alguna sección con clavos, y muchas reuniones te las tienes que "fabricar" tú. Aventura y más aventura durante más de seiscientos metros de tapia. Lo que le mola a Mikel. La pared, encajada entre el Dedo de Pombie y el Espolón de "Los Muchachos" es una joya incandescente por su orientación, y poco a poco vamos sorteando sus obstáculos más representativos; el diedro guapo del L3, las placas de los largos 4, 5 y 6, los techos naranjas a la izquierda del L10, la faja donde se monta la R12, el rocambolesco tramo final, y la chimenea estrecha que lo remata todo en el L16. ¿Nuestros momentos más genuinos? Cuando Mikel se sale un poco de la línea más fácil, justo antes de los techos naranjas, y se mete por una fisuras sucias que otros escaladores cotan en la Red como de V+, y cuando abro por una chimenea larguísima y descompuesta y Mikel grita a mis espaldas que nos hemos metido mal, que vamos por una parte del croquis que pone "derrumbe", sin saber ambos si aquello conecta por arriba con la vía.
-¡Yeaaaaaaahh! ¡Mikel, tiene continuación!
-Siiiiiii!!!!
En el descenso de la vía normal, justo encima de la primera chimenea, nos juntamos con un francés que está malhumorado. Acaba de ayudar con su cuerda a una española enriscada, y les recrimina al grupo de españoles, mientras bajan a Suzon, que se marchen tras el rescate sin ningún gesto ni preocuparse por él. El hombre, que dice vivir cerca de Laruns, tiene grabada en la cara mil aventuras y corredurias pirenaicas.<<¿Sois los de la Fouquier? >>, <<Si, ahora nos bajamos a Aneou>>, <<Hoy estabais solos en toda la cara este del Midi, hace treinta años habría varias cordadas>>, << ¿Si eh? ¿Y eso porqué?>>, <<Ahora la gente escala con chapas, no quiere aventura, en la fouquier hay que navegar y escalar poniendo los seguros>>
Genio y figura espera a su hijo que está emulando la "animalada" de l'animal des Eaux-Bonnes, un tipo, vamos a decir, que encadenó Palas, Balaitous, Arriel y Midi de una sentada hace siglo y medio. Su hijo, que sube junto a otro corredor, sube al encuentro del padre y de la primera chimenea con chaleco de hidratación y mostacho prominente, y cuando le saludamos mira al Midi y dice <<el último>>.
Me encantan los Pirineos Franceses.
-"Une Vie" de Programme (2002)
(una vida para dejar de lado algunas cuestiones
por falta de coraje para aceptar las respuestas
o por imposibilidad de encontrar
una vida para regresar a lo que nos prometimos
sufriendo por ser deshonesto
una vida donde se proyecta el peso del tiempo
y donde no cambiaremos
una vida donde hemos elegido todo menos a nosotros mismos
una vida para ocultar lo que realmente somos)
La Muralla de Pombie.... Punta Aragón Jean Santé y Dedo de Pombie....
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