"Ari" (100m, V-), la séptima de Ihabar.....

marzo 25, 2022

"Ari" (100m, V-), la séptima de Ihabar.....

Tercer largo.

Qué txikipark de escalada en montaña.

Ari lleva el nombre de la perrita de Mikel.

Con perspectiva, hay que ver lo que está creciendo el roquedo de Urbedez o Buruaundi al norte de Ihabar. Con la nueva "Ari" (100m, V-), ya son siete las líneas de escalada semiequipada que existen a uno y otro lado de la senda que sube entre peñas hacia la cumbre de Madalenaitz. Seguimos pensando que se trata de un paraíso donde cacharrear con vistas antológicas hacia Sakana y Andia, y por ahora en completa tranquilidad, aunque ya es habitual encontrarse alguna que otra cordada los findes, e incluso entre semana.

"Ari" ha nacido por error buscando una línea de trepada que iría más a la izquierda del recorrido definitivo, aun así ha salido muy bonito. A la derecha de la Kormoran destaca un mogote en la parte baja de la pared, una especie de espolón rematado con un grandísimo bloque, que sirve de referencia. Nosotros, Mikel y yo, le hemos atacado por la derecha evitando unos árboles saliendo una bonita trepada sobre roca bárbara de IV-. Sobre el mogote hay un mar de placas que hemos atravesado recto y por el medio, escalando dos placas de buzones preciosas, con pasito protegido con bolt (IV+), y algo de perejil antes de la R2 en un característico grupo de robles. Desde aquí el tercer largo asciende por roca compacta de color claro con pasito raro a la salida, sección de bloques acanalados y un muro final vertical con pasito de V- largo (cordino en su parte alta).

Han quedado en total 100 metros equipados con cinco cordinos y un parabolt. Autoprotección a placer. Por cierto, lleva el nombre de la perrita que tiene Mikel.

Ojo porque nos acercamos a los 1000 metros de apertura en este roquedo de la Sakana, de hecho ya se habría superado esta cifra con las vecinas vías de Mugarrate (110m, IV-) y Txibiren Bidea en la peña de Aritzabal (125m, IV). Son vías de grados amables y se puede disfrutar un montón cacharreando, trepando en zapas o botas como entrenamiento para la alta montaña, o haciendo loveclimbing en un entorno espectacular, este último uno de los fuertes de nuestro particular txikipark. On egin, qué aproveche.