Amuitz, donde nace el Pirineo.

80 metros de nado.

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<<Con meteorología adversa queda totalmente desaconsejable el paso debido a la fuerza motriz del oleaje>>

-Amuitz, web Mendikat. 

<<Amuitz, la mítica isla (...). Es de superficie pequeña, las partes mayores tiene la dimensión del 150×70 metros y la altura máxima toma 10 metros respecto al nivel del mar. Como las leyendas viejas dicen, en tiempo de los romanos había higueras en la isla.>>

-amuitz.com.

La isla más oriental del Mar Cantábrico, la de Amuitz o Amuaitz, a 300 metros al norte del Faro de Higuer, podría representar la primera montaña, sí o sí, de nuestro Pirineo. Su cumbre se eleva 19 metros sobre la porción de mar que la separa del cabo de Higuer, sin embargo cuando la marea está baja se puede cruzar a ella sin necesidad de nadar, aunque hay que progresar mojándose. Cuando hay pleamar el agua rodea completamente la isla dibujando un entorno de aguas cristalinas muy interesante para practicar snorkel. 

Mai y yo bajaremos desde el Faro hasta el punto de inicio de la GR11, dejaremos a la izquierda los restos de un remontador de algas, y descenderemos al estrato rocoso inclinado de la derecha de los dos que hay al norte, llamado Pikuarri (el de la izquierda se conoce como Martinarri). Ochenta metros al norte Amuitz parece fácil alcanzarse a nado, y Mai y yo, tras ponernos los bañadores, nadamos hasta ella. Por el camino hay un grupo de islotes de roca abrasiva si se desea descansar en ellos. 

Nosotros entraremos en la isla por un grupo de rocas cómodas. A nuestro alrededor un pequeño velero, un par de submarinistas practicando snorkel y hasta un submarinista pescador con arpón y todo. El lugar es paradisíaco. Hay gaviotas, lagartijas y hasta atisbo una rata bastante grande. Mai toma el sol sobre una gran losa y a mi me da por trepar y destrepar descalzo por los bloques occidentales de la isla. Con calzado o más tiempo me hubiera gustado acercarme a coronar la cima de Amuitz. Para la siguiente.

Inicio de la GR11 (Transpirenaica), cien metros al norte del Faro del Cabo de Higuer.

Descenso al estrato inclinado de Pikuarri.

Con ganicas de zambullirse.

Mai.

¡¡¡¡A nadar!!!!

De vuelta.

Selfies post-actividad.

Agur!