Monográfico XXXII: Cuba.
Visitamos Cuba en junio de 2007. El invierno anterior un coche me había llevado por delante en Olaz mientras montaba en scooter, y tras pelear duro cara a cara contra una aseguradora de automóviles bastante tirana y sinvergüenza, con oficina en Zaragoza, les saqué mil doscientos pavos por cuatro contusiones, para irme a Cuba con una bici, mi hermana Baba y la amiga Maitane.
Cuba me sorprendió por su belleza paisajística, su gente luchadora, su pobreza, su orgullo cultural e histórico, por sus jineteras y jineteros, y por su decencia ante las dificultades entre otras cosas. Pedalear por La Habana, Matanzas y Santa Clara, ponerse a rebufo de un pelotón de juveniles cubanos, hacer snorkel en los arrecifes de Trinidad y Cayo Levisa, trepar en Viñales, hacerse amigo de un jinetero, subir al escenario del festival de rock de Cienfuegos como groupie del grupo punk cubano Eskoria, bañarse en las aguas cristalinas de Punta Perdiz, ser apuntado por una pistola de madera en Colón debajo de un aguacero, comer cocodrilo en Bahía Cochinos o ir en lancha hasta la Laguna del Tesoro en la Ciénaga de Zapata son momentos que guardaré muy hondo, para siempre.
La Habana, El Malecón, Puente de Bucanayagua, Matanzas, Colón, Santa Clara, Topes de Collantes, Trinidad, Playa Ancón, Cienfuegos, Playa Girón, Punta Perdiz, Laguna del Tesoro, Bahía Cochinos, Pinar del Río, Viñales.....
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