Harri Eder Gaina, el mirador de la entrada a Irati.

mayo 14, 2020

Harri Eder Gaina, el mirador de la entrada a Irati.

Simplemente Irati.

Me extrañó sobremanera que Europa y Estados Unidos no vieran venir a Covid 19 con mes y medio de ventaja. Me extrañó que un montón de gente se lo tomara a cachondeo, lo llamara gripe o dijera que era un engaño, con todos los avisos y noticias preocupantes que llegaban desde Asia, por no hablar de que la OMS ya había declarado a Covid Emergencia Internacional el último día de enero y hecho infinidad de recomendaciones que no se hicieron. Me extrañó que la izquierda, derecha y nacionalismos en España tuvieran el mismo discurso de infravaloración ante este nuevo coronavirus, durante tantas semanas. Me extrañaron las burradas dichas por unos y otros expertos en epidemiología y virología españoles mientras los asiáticos decían otras cosas. Me ha extrañado la "alegría" y falta de cuidado con la que se ha tomado bastante gente las primeras fases de la desescalada tras mes y medio confinados. Y me ha llamado poderosísimamente la atención los desbarajustes y los líos en normativa en las dos primeras fases de la desescalada.

Obviamente es difícil legislar todo esto, no me cabe ninguna duda, sin embargo me parece extraña y alucinante la postura adoptada por los que mandan con el tema del deporte no profesional en la Fase 1. Mientras se permite la movilidad total de los navarros por el territorio de Navarra para acudir a bares, misas, comercios y un largo etcétera, a quienes hacemos deporte se nos mantiene con las normas de la Fase 0, con franjas horarias y límite de acción en el municipio donde se vive. Así lo están diciendo el Consejo Superior de Deportes y las diferentes Delegaciones de Gobierno, pese a que el Boletín Oficial del Estado referente a la Fase 1, no lo decía. A su vez, el Gobierno de Navarra publicaba este mismo domingo una guía de preguntas frecuentes sobre el Plan de Desescalada, haciendo en la pregunta 77 referencia a la movilidad en Fase 1, y redactando una respuesta inverosímil con falta del verbo principal y mal redactada en lo referente al deporte. Pero para el día lunes ya lo habían corregido. Sea como fuere, la interpretación de Gobierno de Navarra, Delegación y Consejo Superior de Deportes del BOE es alucinante, porque permiten situaciones surrealistas como que uno pueda pasear por la calle a cualquier hora del día si va de poteo, y no pueda hacerlo si no para en un bar o comercio, o que uno pueda viajar a cualquier bar de pueblo a mezclarse con una presumible población de riesgo (en los pueblos vive mucha gente mayor), y no pueda viajar a ese pueblo para dar un paseo, correr o andar en bicicleta. Y ojo con los ciclistas porque las situaciones son impresionantes; pese al aumento de tráfico por la entrada a Fase 1 se apelotona a los ciclistas de Pamplona en un área pequeña de rondas y rotondas, o se les permite viajar a otro municipio en bici si es para trabajar, tomar un café o jugar a una máquina de apuestas, pero siempre y cuando no lleve ropa de ciclismo (contestación de la Policía Foral).

Inexplicablemente, a un servidor que se le ha obligado y obliga a compartir el pequeño terreno de monte de su término municipal con cientos de personas con el riesgo de no poder cumplir el distanciamiento social que tanto piden (por no hablar de la Ronda Norte que ha parecido una javierada de los setenta), se le prohíbe practicar deporte en otros municipios, en solitario y en completa seguridad para él y para el colectivo con el problema de Covid. Algunos aseguran que estas medidas contra deporte son por el tema rescates, pero vaya, al año hay en Navarra unos 80-100 rescates en montaña por poner un ejemplo, por 6000 intervenciones en carretera de sanitarios y/o policía, y no estoy hablando de deporte de riesgo, que quizá si deba tener otro trato por ahora, pero ese es otro debate. Lo que muchos creemos es que estas medidas castigan actividades a priori poco consumistas, y benefician a los que sí las son. Sin embargo, contradictoriamente no se ha pensado en los negocios de pueblo, montaña o carretera que viven en parte o en su totalidad gracias a la gente que practica deporte de naturaleza. Tampoco se está queriendo potenciar el beneficio del deporte en naturaleza para el sistema inmune en una grave situación sanitaria como la que nos ocupa, e incomprensiblemente se penaliza uno de los medios de transporte más recomendados para la lucha contra el Covid en marzo y abril; la bicicleta.

Tras leer a la Delegación del Gobierno explicar que se puede hacer deporte en otro municipio si no se trata de la ÚNICA FINALIDAD del viaje a ese municipio, o que trasladarse a otro municipio en furgoneta camper te permite hacer ejercicio físico como en las segundas residencias (rectificación que hicieron tras permitir la apertura de hoteles), o que tras leer en el BOE que se abren las instalaciones deportivas al aire libre a "cualquier ciudadano que desee realizar una práctica deportiva", y contando que un sendero homologado es "una instalación deportiva que se desarrolla preferentemente por caminos tradicionales y en el medio natural", definición de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, esta tarde pasada he decidido cumplir con todo ello y realizar una bonita ascensión por la PR Harri Eder Gaina-Ugaibel-Zelane, después de visitar y comer con mi familia de Orbaizeta, y después de haber conducido hasta allí en mi furgoneta camper. Para mi recuerdo quedarán estas dos horas y media de actividad escuchando pajarillos, avistando la Selva de Irati, sintiendo el txirimiri en mi espalda y oliendo a verde, tras semanas y semanas de reclusión y una semana de hacer deporte rebozado de gente. Además mi sobrina está muy grande ya, y a Gudi, la perra de mi hermana, le hace falta paseos porque se está poniendo gorda. Un puto placer.