Zaid se queda, ¿en un país anti-inmigrantes?
Zaid en la Camille Extreme - Campeonato de España 2014 . Foto Christian Pau. |
<<El miedo lleva al pánico, el pánico conduce al dolor/
el dolor lleva al enojo, el enojo conduce al ODIO/)
En este clima xenófobo, donde se pone mucho el punto de mira en los inmigrantes y no tanto en los dirigentes que practicaron la corrupción, mantienen políticas internacionales que crean desesperados flujos de migración y aplicaron políticas económicas devastadoras para el país, llama la atención muy poderosamente el caso de ZAID AIT MALEK. Zaid, uno de los mejores corredores de Trail del mundo, llegó desde Marruecos a España en los bajos de un camión en la nochevieja de 2006. Los cuatro primeros años trabajó en invernaderos de Almería de manera irregular, después trabajó en Córdoba, y mantenía hasta esta pasada semana su permiso de residencia acreditando 180 días cotizados por año en la recogida de aceituna. Pero ya en 2015 se quedó corto y el caso de su posible expulsión fue noticia de primera plana en el mundo de las carreras por montaña a nivel nacional. Figuras tan representativas del mundo del Trail como el propio Kilian Jornet, o algunos corredores vascos de nombre internacional mostraron su apoyo total a Zaid, al fin y al cabo existe mucha concienciación por el inmigrante en lugares como Cataluña y País Vasco, y se pidió y se seguía pidiendo hasta hoy su nacionalidad española, hasta que en este año 2018 el problema de cotizar una vez más los 180 días anuales ha vuelo a ocurrir. Ante una nueva amenaza de expulsión de Zaid, la comunidad Trail ha hecho popular la campaña "Zaid se queda" y se ha pedido la aprobación del Consejo de Ministros de una petición de nacionalidad ya presentada en 2014 por la FEDME, resultando final y felizmente tramitada positivamente; Zaid ya tiene su nacionalidad española por carta de naturaleza, pero ha hecho falta sensibilización, visibilidad y mucha pelea para ello, todo lo cual tiene más mérito que nunca ante el clima anti-inmigración que respiramos.
Hace un mes, los principales líderes europeos avisaron preocupados, en el Centenario de la Primera Guerra Mundial, del actual auge del Nacionalismo (refiriéndose al ultraderechismo), ante los casos de Salvini en Italia, Le Pen en Francia, Orban en Hungría o el de Vox en España entre tantos otros. Emmanuell Macron, presidente francés de ideología liberal centrista, y alejado de cualquier ideología bolivariana-stalinista sospechosa dijo; "Europa estaba dividida por los miedos, el auge nacionalista, las consecuencias de la crisis económicas, y vemos casi de forma metódica rearticularse todo aquello que marcó la vida en Europa entre el final de la Primera Guerra Mundial y la crisis de 1929. Frente a esa amenaza, debemos ser lúcidos y saber resistir con vigor democrático". Pues bien, en España el aumento del Nacionalismo es una realidad abrumadora, y en las elecciones andaluzas de ayer hemos visto que 1 de cada 4 andaluces votó por futuras políticas nacionalistas, las que más opciones tienen de formar gobierno, y 2 de cada 4 se mantuvieron pasivos ante este auge sin acudir a votar. En este clima en favor de políticas ultraderechistas que tan buenos resultados han dado siempre en épocas de crisis, el discurso sobre la inmigración es similar al que se practicó en periodo de entreguerras en Europa. El discurso de la inmigración es el elemento más afín al resto de partidos ultraderechistas que han triunfado en el continente europeo; se antepone "lo español" como lo primero, se identifica al español con "la identidad cultural europea", o dicen, palabras textuales, que la inmigración "ataca nuestras fronteras" y "no viene a España a engrandecerla, sino a recibir prebendas que muchos españoles no tienen". También hay frases como "La España que madruga está harta de ver cómo los manteros y la inmigración ilegal campa a sus anchas"; "se está regalando el fruto de nuestro esfuerzo a los que llegan sin llamar a la puerta"; o "el Estado del Bienestar es para los españoles". Muchos olvidan que alguna vez los propios españoles fueron inmigrantes, o que en época de bonanza la llegada de inmigrantes era promovida por ellos, para poseer mano de obra barata.
En este clima xenófobo, donde se pone mucho el punto de mira en los inmigrantes y no tanto en los dirigentes que practicaron la corrupción, mantienen políticas internacionales que crean desesperados flujos de migración y aplicaron políticas económicas devastadoras para el país, llama la atención muy poderosamente el caso de ZAID AIT MALEK. Zaid, uno de los mejores corredores de Trail del mundo, llegó desde Marruecos a España en los bajos de un camión en la nochevieja de 2006. Los cuatro primeros años trabajó en invernaderos de Almería de manera irregular, después trabajó en Córdoba, y mantenía hasta esta pasada semana su permiso de residencia acreditando 180 días cotizados por año en la recogida de aceituna. Pero ya en 2015 se quedó corto y el caso de su posible expulsión fue noticia de primera plana en el mundo de las carreras por montaña a nivel nacional. Figuras tan representativas del mundo del Trail como el propio Kilian Jornet, o algunos corredores vascos de nombre internacional mostraron su apoyo total a Zaid, al fin y al cabo existe mucha concienciación por el inmigrante en lugares como Cataluña y País Vasco, y se pidió y se seguía pidiendo hasta hoy su nacionalidad española, hasta que en este año 2018 el problema de cotizar una vez más los 180 días anuales ha vuelo a ocurrir. Ante una nueva amenaza de expulsión de Zaid, la comunidad Trail ha hecho popular la campaña "Zaid se queda" y se ha pedido la aprobación del Consejo de Ministros de una petición de nacionalidad ya presentada en 2014 por la FEDME, resultando final y felizmente tramitada positivamente; Zaid ya tiene su nacionalidad española por carta de naturaleza, pero ha hecho falta sensibilización, visibilidad y mucha pelea para ello, todo lo cual tiene más mérito que nunca ante el clima anti-inmigración que respiramos.
Si uno de cada cuatro andaluces ha votado a favor de políticas ultraderechistas y afines, dos de cada cuatro se han mostrado impasibles o cómplices ante el crecimiento de este movimiento, mientras se espera el mismo o parecido auge de este nacionalismo en el resto del país, salvo en lugares como Euskadi, Navarra o Cataluña, o te llaman radical por tener pensamientos políticos contrarios a la xenofobia y el autoritarismo, es sorprendente y muy gratificante que Zaid Ait Malek haya conseguido sus papeles gracias a esa presión popular que no se ha amilanado ante las políticas y pensamientos anti-inmigración. Y viendo la que se avecina, se puede decir que lo ha conseguido sobre la bocina. Al fin y al cabo quienes asoman la patita para gobernar en España y en Andalucía no son amigos de personas como Zaid.
Zorionak Zaid!!!!!
Desde aquí todo mi respeto y cariño a los inmigrantes. Muchos huyen de conflictos y situaciones creadas por occidente.
-"Danny Nadelko" de Idles (2018)
(Mi hermano de sangre es un inmigrante/
(...)
Está hecho de carne, está hecho de amor/
El está hecho de ti, él está hecho de mí/)
Zaid en la Zegama Aizkorri 2013. Foto Christian Pau. |
Después de ver qué se vota en este país, igual Zaid se arrepiente un poco de esto... Jejeje
ResponderEliminarEs buena noticia ver que no solo hay una masa social que vota xenofobia, que hay una contraparte que sabe unirse y luchar por cosas como esta. Va a ser duro, pero tenemos esperanza
Uno solo no hace daño,millones de ellos,si!!y las pensiones,sanidad,educacion...no se mantienen de gente que trabaja en negro y són papeles,però si seguimo
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