Descubriendo a Breakingcoach Irache.

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¿Qué hace una chica correcta, sonriente e influencer como Breakingcoach Irache, junto a un tipejo como yo albardado en vino de la casa (cuanto más avinagrado mejor), en aroma a hierba y en disparates con los colegas? Un bar de camping de montaña, en una encrucijada de valles pirenaico oscenses, tiene la culpa. Si tu vas a Alanos, Quimboas, Anzotiello o a Gorreta de lo Gabachos y la otra persona a Petrechema, Txamantxoia, La Mesa o a Iturburua, todo puede concurrir. Zuriza es una encrucijada tremenda. Esta vez nosotros tenemos ideas fiesteras y montebarranqueras, y ella, junto a unos amigos, hacer el Ori o Txamantxoia, tras haberse retirado de la Juan Migueliz por caída. Una rodilla vendada es muestra de todo ello.

Irache tiene montado (en parte) a todo un personaje en las redes sociales, con 4700 coleguitas en Face y 5500 seguidores en Instagram, y digo ésto porque una vez se la conoce en persona se descubren nuevas aristas de su personalidad, un poco distinta a la de su personaje. Además este año, creo, ha sido elegida como embajadora de Salomon en Navarra. Irache destaca por sus posados requetequetecuidados rollo fitness en la montaña, citando mucho las palabras amor y pura vida, y en ocasiones a Iñaki Ochoa de Olza. Respecto a sus opiniones ideológicas o políticas, se las reserva porque "no tienen porqué saber mis 5000 colegas de Face qué pienso", "yo solo quiero que fluya el buen rollo y el amor por la montaña y la vida". Claro, nadie está obligado. "Es que tú a veces eres un vinagres", me dice. Si, ya lo sé, me gusta provocar, y no es un personaje, y me río provocando tras el teclado, porque el mundo es una mierda. No me hace falta irme a Nepal a sacarme fotos con sus niños para mostrar concienciación para con los pobres, porque aquí ya jugaba con niños inmigrantes pobres cuando el niño lo era yo, también pobre, en una barriada gris y con jeringuillas por el suelo en los ochenta.

"El otro día cuando compraba geles de cafeína para las carreras, en la tienda de (piiiiii), el vendedor me dijo que tú eras uno de los pocos de los que los compraban". Joder, Irache pues sí, la cafeína me da un punto muy bueno, pero no hay que abusar, que la cafeína también deshidrata, dicen. "Quiero luchar por la mujer, hay mucho machismo, me estoy poniendo en contacto con corredoras de aquí muy buenas para que vengan a correr a Montejurra el año que viene". Eso está muy bien, el machismo lo he podido ver en algunas carreras de montaña por Bizkaia, y hay que limar algunas cosas. "Uno de mis ídolos (no voy a reproducir el nombre), le leo y leo cosas machistas". ¿Y yo, has leído Montañas de Camille? ¿Soy machista? "No". Ok, se lo pregunto porque me gusta saber qué se ve desde afuera. 

Irache es una mujer cercana y muy educada, una sorpresa agradable en persona, alguno ya me  había avisado. "Algunos me tratan de rara", (joder, eso nos pasa a todos, ser normal esconde cosas muy perversas), Irache posee sus demonios como todo el mundo, que los veo y puedo vérmelos en tres minutos y medio, a cualquiera. Para mí sería más interesante que se vieran estos demonios o estos fantasmas en las redes, lo digo como amante del arte y la cultura, o que reprodujera o le diese interpretación a la música hiphop que escucha rollo Sho-Hai, que algunas cosas que pone y que tanto gustan a la gente, sin embargo entiendo perfectamente su mensaje. Mientras ella transmite buen feeling, a mi me gustar transmitir buen feeling con brochazos de punk y enfado. Cada cual su estilo. "En el día a día intento ser yo misma". Eso es importante Irache. Sé tú misma. Disfruta del viaje por la vida que te ofrecen las montañas y sus paisajes. No dejes de sonreír, y si algún día frunces el ceño y pegas un mecaguaendios, pues no pasa nada. Por cierto, ¿cómo es posible que mientras descargo la foto de nosotros juntos en Face, antes de publicarla, la red social ya te reconozca en la foto sin necesidad de etiquetarla? Flipa. Su imagen de rubia morena al sol del monte, y sonriente con buena piñata, ya la identifica los ordenadores. Saludos para Tierra Estella.

-"Cup Of Destiny" de Amyl and The Sniffers (2018)