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Glaciar de Indren. |
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2,55 km y 800m+. |
En 1801 Pietro Giordani holló la primera cima de más de cuatromil metros en el grupo del Monte Rosa,
un hombro en la vertiente oriental de la Pirámide Vincent, y a la que se denominó con el propio apellido del alpinista italiano. Este cuatromil es uno de los más fáciles de Alpes (F, 800m+), aunque lo superan en accesibilidad
el Breithorn (F, 350m+) y el Allalinhorn (F, 600m+). Todas estas cumbres son una buena opción para personas que conocen por vez primera la cordillera alpina, sin embargo también son muy buenas opciones si se anda escaso de tiempo o se desea una ascensión rápida en una pequeña ventana de buen tiempo.
En mi caso aprovecharé una relativa ventana de buen tiempo para ascender a su cima desde el telecabina de Punta Indren (3260m), aunque no las tendré todas conmigo al ojear los partes meteorológicos y observar sus cambios.... Además el telecabina desde Staffal-Gressoney comienza a las 7h30, me deja a las 8h15 arriba, y la supuesta ventana es de 6 a 10.... Así que parto veloz desde la estación superior pese a las nubes grises nada halagüeñas que ocultan el macizo. El Glaciar de Indren está en buenas condiciones para mi sorpresa, porque lo recuerdo de otros años bastante agrietado para estas fechas. En seguida dejo la huella a los refus de Mantova y Gnifetti a mi izquierda y subo rápido de frente. Detrás mía sube una cordada. De vez en cuando se abren claros y se ve el sol, e intuyo la ruta a elegir. Las huellas me llevan a un hombro en la montaña desde el que se ataca una zona de hielo vivo. En este lugar aprovecho para ponerme los pinchos, y supero esta sección con mucha facilidad, aunque por encima la pendiente pilla sus buenos 35 grados. Para cuando afronto el zigzageo final entre grietas y la rampa última antes de la trepada las nubes me vuelven a rodear. Me cruzo con la única cordada de la mañana que ha hecho cima, mientras en un claro veo que la cordada que me seguía se ha dado la vuelta. Antes de la cumbre de Punta Giordani (4055m), hay una trepada extraña y se pone a granizar, aunque son precipitaciones racheadas, por ahora.
En la cima de este modesto cuatromil hay una virgen y un buzón. Son las 9h45, por lo que me ha costado hora y media subir, y no paso mucho tiempo en ella. El descenso lo afronto apresurado por si la borrasca se complica. Vuelve a granizar. En la zona de hielo, sigo entre la niebla las huellas de la cordada precedente y tengo la sensación de que se han desviado del camino correcto, por lo que las abandono hacia mi derecha y pronto llego al característico hombro de poner y quitar los pinchos. La cordada está un poco más abajo que yo y sí, han tenido un pequeño extravío.
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