El Fenómeno Sexygrammer en el mundo de la montaña.



Corren tiempos nuevos o cuanto menos curiosos, en el masculinizado mundo de la montaña. En la red social de la imagen por antonomasia, es decir Instagram, las "Mountain Girls" toman tanto o más protagonismo que los chicos en las fotografías sobre montañismo, lo cual es bastante positivo para la igualdad entre géneros. Las explicaciones para este fenómeno son numerosas: Los hay que le dan explicación  porque este colectivo sueña, crea y se apoya mutuamente para aspirar a superar los límites de lo que realmente es ser una mujer en la naturaleza, en un mundo especialmente masculino, sin embargo también existen comentarios y análisis sorprendentes leídos en foros y chats nada desdeñables viniendo desde tíos: "Estoy harto de ver tíos barbudos feos en el puto monte, mucho mejor ver tías",  "es normal que estas chicas tengan tantos seguidores y likes, al fin y al cabo ¿no son las webs porno las más vistas de internet? Instagram es el porno de los pajilleros vergonzosos", o que tienen el ordenador capado para que no vean porno, o "dos tetas tiran más que dos tractores Jhon Deere de 300 caballos cada uno".... También, y creo que guarda bastante relación con el asunto, me ha dicho bastante gente a la cara: "Pau, eres tan feo que nunca triunfarás con tu blog" (como si yo quisiera triunfar con ello), o "déjate de fotos de monte en Insta si quieres likes y sal ligero de ropa" (este no sabe lo que dice).


Instagram se ha convertido en el escaparate internauta más importante de personas y marcas comerciales. De la mano de instagramers o influencers de cierto renombre o estatus, muchas marcas ceden sus productos para que hagan promoción y llegar así a miles de personas de manera rápida y efectiva. En el mundo de la montaña las "Mountain Girls" parecen haber tomado mucho protagonismo en este campo, y las marcas han sabido darle la importancia que se merece, y no es raro conocer a algunas montañeras que ofrecen su imagen para marcas de montaña como Salewa, Salomon, o North Face entre otras. No importa el curriculum ni la habilidad montañera del patrocinado, lo que importa es la imagen. Las marcas no son tontas; si el género masculino utiliza abundantes horas de su vida en ojear chicas de Instagram porque los tíos somos así, ¿porqué no meter publicidad a través de ellas? Parece lógico. Además una cara bonita o un cuerpo bonito siempre han sido armas de marketing potentes tanto en chicos como en chicas, no seamos hipócritas. 

Dentro del interesante mundo de las "Mountain Girls" encontramos colectivos o mujeres enfocadas a la fotografía de montaña, enfocadas al relato de viajes, enfocadas al deporte, a la escalada, enfocadas a la superación personal, y enfocadas al feminismo sin ir más lejos, entre otras especialidades. También hay sexygrammers de montaña, el motivo principal y polémico de este post. Una sexygrammer es una usuaria de Instagram cuya cuenta tiene como contenido principal fotos de la propia protagonista en actitudes más o menos erotizadas. Es un término especialmente extendido en el mundo anglosajón, y se trata de un fenómeno que ha dado lugar a mucho debate en torno a la hipersexualización de la mujer en este mundo tan machista. Este fenómeno ha sido recientemente considerado como un objeto de estudio para sociólogos y psicólogos, puesto que se observa un incremento veloz de la hipersexualización en hombres y mujeres en la sociedad a nivel global, sin que la misma sociedad lo note. La sexygrammer más famosa del planeta a todos los niveles es Emily Ratajkowski, y ha sido noticia de primera plana a nivel mundial la reciente muerte en la montaña de la instagramer taiwanesa Gigu Wu, conocida como la montañera del bikini, porque tenía la costumbre de quitarse la ropa de abrigo en la cima de las montañas y posar en bikini para colgar las instantáneas en la red. Así, llama la atención encontrar en contenidos o hastags sobre montaña imágenes de chicas despampanantes ligeras de ropa. Y no son unas pocas. Se habla de ello bastante en colectivos montañeros, tanto para bien como para mal, y no es difícil encontrar a amigos y conocidos bendecir a base de likes fotos subidas de tono de chicas en el monte para descojono o sorpresa tras bambalinas. La montaña, la fotografía, o los relatos de viajes y superación toman un protagonismo secundario, y el resalte de los atributos sexuales y/o estéticos toma el protagonismo principal. También hay sexygrammers masculinos, pero son muchos menos. Da que pensar. Obviamente este asunto controvertido posee detractores y defensores, y hay un gran debate alrededor de ello. A continuación expresiones de defensores y detractores que podemos encontrar en internet:

Defensores.
-Las Sexygrammers de hoy son las chicas que se atrevieron con la minifalda de Mary Quant en los años sesenta.
-Reclaman su cuerpo como suyo.
-Dos mujeres pueden sentirse a gusto con su cuerpo y expresarlo de maneras diferentes.
-El feminismo se basa en la libertad. Cada mujer puede tomar sus decisiones libremente.
-Se reivindica el cuerpo. ¿Porque odiar los cuerpos y castigarlos por sus supuestos “defectos”. ¿Por qué no enseñar y celebrar nuestros cuerpos recibiendo likes sin complejos?
-Que alguien enseñe su cuerpo en Instagram no tiene por qué ser una llamada a los comentarios o a los halagos de los demás sino una simple afirmación de amor por una misma.

Detractores.
-Vivimos en una sociedad altamente sexualizada. Los anuncios, el cine, la televisión y, por supuesto, las redes sociales están llenas de mensajes sexualizados porque interesan, gustan y venden.
-Otra vez es la mujer la que se convierte en objeto para goce de la mirada ajena, combinando empoderamiento y subordinación a la vez, pero que fundamentalmente la empodera a partir de lo corporal y de convertirla en objeto.
-Buscar aprobación. Para conseguir más likes o o comentarios que generen un sentimiento de aceptación. Por eso se da más en la adolescencia.
-Para presumir. Es típico de las personas narcisistas, que viven obsesionadas por la propia imagen y por cómo es percibida por los demás.

¿Qué opináis?
















Comentarios

  1. Te has mojado poco xaval. Algunos colectivos llevamos años peleando porque la publicidad sexista desaparezca, mientras casas de ropa, perfumes y parecidos usan mayormente instagram de manera indirecta para hacer marketing sexista que utiliza a la mujer en actitudes dudosas o con poca ropa para vender. Salut!

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    1. Instagram es profundamente hipócrita porque prohibe imágenes de mujeres dando a luz, o dando pecho, o desnudos, y sin embargo permite otras. Creo q la diferencia radica en la intencionalidad con la q se publica la imagen. Nos vemos en las montañas.

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