Pipi Cardell y esa Visibilización Femenina que casi nunca llega.

Foto de Desnivel.

La andaluza Pipi Cardell se convirtió este pasado verano, en compañía de su pareja, la leyenda Denis Urubko, en la primera mujer alpinista de la historia en escalar un ochomil principal en estilo alpino, y en la primera alpinista del estado, chica o chico, en hacerlo de toda su historia. 

Ni porteadores, ni cuerdas fijas, ni huella previa, ni campos de altura, y abriendo ruta en modo exploración. Casi nada.

Poco tiempo después, el propio Urubko ha recopilado las aproximadamente veinte ascensiones históricas en estilo alpino y abriendo ruta, a cualquiera de las 14 cimas principales de los ochomiles, desde la  primera de Messner y Habeler al espolón noroeste del Gasherbrum I en1975, y registrando también la segunda femenina, a cargo de Natalia Beliankina, en la SW al Manaslu de este reciente otoño. 


Hay que aclarar que si bien ha habido actividades parecidas a nivel estatal (abriendo vía y en estilo alpino), a ochomiles secundarios, como el Broad Peak Central ascendido por Iñurratego, Vallejo y Zabalza en 2010,  o la mítica sur al Annapurna Central de Nil Bohígas y Enric Lucas de 1984 (quizá la mejor actividad himalayista del estado), la de Pipi Cardell a la cima del Nanga Parbat por su vertiente norte, es la primera que se materializaba hasta una cima principal. La pareja invirtió una semana en subir y bajar los 4000 metros de desnivel positivos de este coloso del Karakorum, en estilo sumamente ligero, con ropa no muy habitual en ochomiles, sin GPS ni radio, y afrontando dificultades hasta 80º y M4. 

La escalada de Pipi junto a Denis ha sido una actividad alpinística de gran relevancia histórica. Sin embargo, no muchos portales y páginas web nacionales se han hecho eco en el medio año que ha habido desde la hazaña. Así, de los especializados, se han hecho eco Desnivel, y Federaciones Andaluza y Española a través de sus portales; y de los medios no especializados solo Granada Hoy, Marca, Mundo Deportivo, 20 Minutos y Telecinco. En total ocho medios.... Continuamos sin visibilizar proezas deportivas femeninas que incluso superan a las de los hombres, como la de este caso a nivel nacional. Algo parecido ocurrió con Silvia Vidal y su premio-reconocimiento en los Piolet de Oro de 2021, convirtiéndose en la primera deportista, chico o chica, del estado, en ser premiada en los oscar del alpinismo y con un tibio recibimiento en la comunidad montañera de aquí. En Nafarroa tenemos el caso de las varias deportistas de aquí, reconocidas en el equipo nacional, pero que apenas se reconocen en medios o redes navarras (el otro día, tras la Sansilbestre de Zubiri, un hombre de Agoitz, me recordaba esta problemática).

Porque si los medios y portales de internet fallan y han sido algo fríos con la noticia, las redes sociales han dado y dan explicación a esta visibilización femenina tan exigua. El colectivo montañero de Euskal Herria, Catalunya y del resto del estado continúa empoderando y visibilizando en plano femenino a mujeres-producto o mujeres sexualizadas de manera exagerada, omitiendo a grandes deportistas.   Llamativo fue el caso de Amaia Aguirre, quizá si no la mejor, una de nuestras mejores alpinistas de dificultad de Euskal Herria de su historia, que era desconocida para la inmensa mayoría del colectivo pese a tener un curriculum de los que quitaban el hipo en Karakorum, Patagonia o Alpes, y que se empezó a conocer cuando yacía bajo toneladas de hielo y roca bajo el Fitz Roy... 

Entonces, ¿qué está fallando? Al final los medios de comunicación se ven atados a publicar y a mostrar lo que vende y gusta al personal. Que Pipi Cardell por ejemplo posea "solo" seismil seguidores en Instagram en contraposición a tantas montañeras y senderistas bombardeadas a likes y seguimiento, por salir en un reality por ejemplo, ponerse cuatro capas de filtros, poner morros duck, posar con culos grandes en el gym, mostrarse sexualizadas, coleccionar ochomiles por vías normales con ejeŕcitos de sherpas, transmitir poder económico, estético-militar o sexual, y un largo etcétera, solo puede hablar mal de nosotros. Si se supone que un 60% de la población de Euskal Herria es feminista, o un 52% del estado lo es, sorprende observar lo poco que atraen las proezas femeninas, y sí lo que atrae y se consume en RRSS. Vivimos en una sociedad bien regada en hipocresía, y esta y otras cuestiones dan explicación al auge de estas corrientes políticas tan preocupantes en la actualidad.  

Aupa Pipi!
Grande!

Foto Federación Andaluza.







 

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