Plakas de Espilleta (110m, V-)

julio 12, 2018

Plakas de Espilleta (110m, V-)

Despegando de la R2.
(Foto Mikel Txintxa)

Croquis.

En ocasiones es difícil evitar un guiño de roca con la vista. Conduces, giras el volante poco a poco para que tu vehículo tome la larga y suave curva a izquierdas de la autovía de la Sakana, y allí en frente, al otro lado del valle, un frontón grisáceo y bonito de roca te hace un guiño. Mikel se fijó en estas placas hace bastante tiempo e incluso hizo la aproximación hasta su base un rato que estaba aburrido en Iruña, y desde entonces ha ido tentándome. Y después del curro, la tarde para trepar el muro llega.

El término municipal de Lakuntza se divide en dos territorios divididos por el término municipal de Arrazu, otro pueblo de la Sakana. En el territorio más oriental, donde no se haya el casco urbano, Lakuntza tiene en posesión una porción de terreno casi rectangular donde se asienta la Ermita de San Sebastián, los roquedos sobre la misma, y las cimas de Laba y Saldisgain sobre los roquedos. En la cresta que cae casi sobre la ermita hay tres vías de escalada que la recorren. Mikel y yo, tras aparcar en la ermita, caminamos hasta una casa en mitad de ninguna parte y torcemos para cruzar el "manglar" que hay en la base del roquedo. Zonas cerradas de pinos, robles y zarzas salen a nuestro encuentro hasta que tras un buen rato de pelea y juramentos echando en falta un machete, llegamos a la base de nuestro frontón.

¿Habrá subido alguien por aquí antes? El terreno parece salvaje y nada saneado. Antes de afrontar un roquedo de estas características es bueno informarse de si se puede trepar por él. La Sierra de Aralar es Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000 y en la regulación que hace el Gobierno de Navarra de los roquedos de la Comunidad Foral no se reseña este roquedo de Espilleta. Además comprobamos desde la base que no es un sector donde haya buitres leonados, ni nidos. El primer largo es una tirada larga tumbada con roca dudosilla (IV), y que sorprende por algún que otro paso fino de placa que para rato esperas mirando el tumbarral desde la base. También hay dos bloques de roca del tamaño de un frigorífico, cada uno, esperando a ser lanzados pastos de la gravedad. La primera reunión la monto en un resalte donde hay varios puentes de roca en cuanto Mikel me dice que ya no queda mucha cuerda. En el segundo largo, en la repisa que se intuye en el cambio de pendiente, Mikel descubre una pareja de spits con sus respectivos mallones. ¿Quién habrá pasado por aquí antes? ¿Serán de continuación o de retirada? A ver si conseguimos información al respecto. Sobre los spits Mikel negocia con un resalte falto de presas (V-), y la roca está vestida de líquenes y tierrilla. El de la Txantrea mete un clavo y la ostia y trepa hacia la izquierda tras el resalte hasta hacer la R2 en un arbolito. El tercer largo sería disfrutón cinco estrellas (IV+) sino fuera porque un bloque del tamaño de un microondas amenaza con caer sobre nuestras cuerdas. La pared gana verticalidad y la roca gana en calidad, con canto y buzones a placer, y se hace a gusto estos últimos metros.

Con poco rato de luz, desde la cima afrontamos el descenso hacia el este a través de una zona limpia, y un precioso sendero que desciende a los campos cercanos a la ermita. En total 110 metros de actividad de cuarto grado y un pasito quizá de quinto, en una pared que desde la lejanía es preciosa. Mila esker Mikel!