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Ausa Gaztelu, Txibi eta Mikel, Beasain... |
La sur del Txindoki es una interesante sucesión de paredes con varios sectores de escalada equipados con vías de varios largos. Debajo de la
súper clásica arista oeste hallamos el
sector Frontoia, un poquito más allá el
sector Petrel, a continuación un espolón anónimo y detrás
Plaka Gorriak, y por último el
Espolón Pinpilinpausa.
Mikel, Txibi y yo nos acercamos a conocer el sector Plaka Gorriak (Placas Rojas), y al aproximarnos en fuerte pendiente desde
Tximista Bidea comentamos el parecido físico de este sector con el
Yelmo de la Pedriza; como si la parte de la armadura que cubre la cabeza de un guerrero hubiera sido esculpida sobre las peñas del Txindoki, como hicieran en su día con los presidentes estadounidenses en Monte Rushmore.... Además el sector posee un color rojizo como el de su gemelo en la Sierra de Madrid. Y una vez debajo de la pared decidimos escalar la
"Eskualido Karnero" (105m, IV+).
Y ya metidos en la escalada, pasamos del granito compacto de la Pedriza a la caliza repleta de canalizos del Picu Urriello; la escalada transcurre por un sistema de canalizos donde hay que confiar en los pies y agarrarse con las manos a pinzas o a minúsculos asideros cuando los haya. Es un tipo de escalada diferente a la que conocemos, quizá por eso no sea un sector muy popular y frecuentado, además los seguros poseen unos alejes muy interesantes (15 parabolts en 105 metros sin contar reuniones), por no hablar de la aproximación de hora y cuarto por fuerte pendiente para trepar allí arriba. Paralelas a nuestra vía transcurren la Peter Punk (110m, 5c) y la "El Eskualizadero del Kukutan" (110, 5c), de hecho nuestra segunda reunión es común a la primera. En nuestro caso Mikel orgasmea con la grieta del segundo largo, y Txibi se la goza con las gotitas de agua del tercero, antes de rapelar la vía en tres rápeles. Y en la base decidimos matar la jornada escalando la Patxirena (90m, IV) en vez de la Petrel, porque el tiempo apremia en invierno y la noche puede echarse encima como para perder el tiempo colocando seguros flotantes...
Ascendemos por la Patxirena con suma facilidad, se trata de una vía perfecta de iniciación, aunque aquí también los seguros alejan (17 chapas en 90 metros). Nosotros escalamos en mitad de la niebla que se escurre desde el oeste a partir del segundo largo, sin embargo las nubes se repliegan en cuanto afrontamos los rápeles y vivimos un atardecer de película, ¡qué guapo observar las luces de Beasain cómo se encienden mientras el cielo se torna rojizo mientras estamos colgados en la pared! ¡Y qué color coge la roca! Apoteósico. Escalar exige otros ritmos en la montaña, pasas horas quieto en las reuniones impregnándote de lo que te rodea. Me gusta.
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