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| Primeros rayos de sol en Baztan. |
Vivimos horas en las que muchos y muchas relativizamos los problemas de la vida, y miramos con otros ojos el día a día. Un accidente de avión y
la muerte de un centenar y medio de personas en un barranco de los Alpes, es motivo más que suficiente para que muchos pensemos sobre la vida, lo endeble y efímera que es, que somos unos malditos mosquitos en la palma de una mano, y lo máximo que debemos exprimir de ella, porque mañana quien sabe, puede ser un accidente de tráfico, de avión, o una enfermedad lo que te quite de en medio, ¿merece la pena racanear y dosificar la vida si ésta se puede acabar de golpe y porrazo? Unos pensarán que sí, y otros pensarán que no. En mi caso particular unas mañanas pienso que debo vivir a tope, por si acaso un accidente de avión me desintegra en un barranco de Francia, y otras que debo dosificar por si llego a viejo. ¿Vivir al día, o vivir obsesionado con el futuro?
Por si acaso llego a viejo, me gusta codearme con el buen amigo
Antxon, un fotógrafo de primer orden introvertido a primera vista, pero con quien podrás intercambiar mensajes de móvil verdes y marrones si te haces amigo suyo, y que saca unas fotos que te cagas de guapas que uno podrá tener para el día de mañana si te las pasa. ¿Os imagináis que un accidente me dejara postrado? Pues bien, siempre podré echar mano de sus fotos hermosas y pensar "redios, qué jornadas nos pegábamos
Jon y yo codo a codo subiendo todos esos puertos maravillosos, menos mal que por entonces hacía eso, si me hubiera quedado postrado habiendo hecho lo que la mayoría de la sociedad sedentaria, estaría amargado, así que me quiten lo bailao". Y si fallezco porque un domingo a la mañana un conductor borracho no respetó el metro y medio de distancia lateral mientras pedaleaba, mi chica y mi familia siempre tendrán estas fotografías preciosas a mano para verlas y decir "qué planta tenía el tío, y qué culo..." Espero que no las utilicen para encender el fuego. Ojo, con esto no quiero decir que posar para Antxon sea fácil, porque no lo es, el fotógrafo de
Mondra puede hacerte repetir una rampa al 20% media docena de veces mientras cambia de objetivos y de lentes, y no temblarle el pulso ¿eh, Antxon? A veces me lo tomo como si fuera un entrenamiento, y él el entrenador. Al menos conversar con él es siempre gratificante, te contará historias de los
Alpes, USA y Japón cuando ha viajado a allí a sacar fotos de
snowboard, o te meterá la palabra "naked" entre frases casi sin venir a cuento, o te dará la turrada con el tema de las hortalizas, las frutas y los frutos secos, porque a veces no solo te hará esperar porque está cambiando de objetivo, sino porque está recogiendo castañas del suelo, y te dirá "por cada kilo que recoja para mi familia me ahorro x euros, tronco". Genio y figura. Gracias de corazón.
En otoño, Jon Beunza y super Antxon me propusieron posar para uno de los últimos reportajes de ZIKLO en la zona de Baztan y Lapurdi. Subimos Bagordi, Gorramakil y Artzamendi, conocí sobre la bicicleta rampas que no conocía de antes y reconocí algunos paisajes en el horizonte casi olvidados. En el número 4 de la revista ZIKLO hubo buena ración fotográfica de aquello. Mil gracias por todo Antxon.
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Enhorabuena, es para estar contento.
ResponderEliminar¡¡¡¡ Vividores !!!!