Playas de las Catedrales, de Carricelas, de Esteiro, y de las Covas.
Mai en la calma de la Playa de Esteiro...
Mapa de la costa.
En la Costa de Lugo lo horizontal gana a lo vertical. Las fotografías del lugar en internet y en libros, que se centran en los acantilados, no reflejan la realidad horizontal de lo que allí hay. La Rasa Cantábrica como plataforma litoral es un mundo plano donde lo vastos paisajes horizontales se imponen a las líneas verticales. Pero la pequeña y kilométrica verticalidad de 20-30 metros del lugar aflora con originalidad. Destacan en ella pilares, arcos, grutas y callejones desgastados por acción del agua del mar y por el viento, que rematan grandes arenales que quedan al descubierto en la bajamar. En todo este paisaje marino, es conocida por su fama la Playa de las Catedrales, Monumento Natural de regulado acceso en temporada alta, y que poco a poco se va cayendo por fuerza de la erosión (en 2018 cayó un gran arco, y en la actualidad hay áreas de la playa cerradas por peligro de derrumbamiento). El lugar es bonito, pero sus playas de alrededor también.
Y allí, al este de la playa, hay una frontera de 20 metros inexpugnable con marea alta, que se vuelve amable cuando el oleaje se retira. Y dos mundos: Un mundo de marabunta, letreros amenazando multas, colas para hacer espera, señalización que prohíbe el baño y muchos palos de selfie . Y otro mundo de calma, arena, baño y también acantilados preciosos. Dos mundos que se pueden unir a pie sin necesidad de reservas ni permisos. Playa de las Catedrales versus las Playas de Esteiro, o de las Covas.... Tan cerca y tan lejos. Alucinas.
Playa de las Catedrales en marea alta.
Playa de Moledo detrás.
Caminos de madera de los que está prohibido salir.
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En Playa de las Covas.
Mai.
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Sobre los entrantes de la Playa de las Catedrales.
Rincones junto a Punta as Chas...
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Cuando la marea es baja se puede pasar de Esteiro a Catedrales mojándose un poco los pies.
Las formaciones más conocidas están en realidad en la Playa de Carricelas.
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Infinidad de arcos.
Durmiendo en el Nacimiento del Miño.
Interior de una palloza de Ancares.
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