Curioseando la Sur de Mundumalkorra PD/III
Alto, salvaje y solo.
Mis andanzas por este roquedo solitario.
Trepé hasta las alturas, ¿y qué es lo que vi?
Recuerdos de personas junto a mi.
Y un sol que se apaga y que escupe rayos incandescentes.
¿Por qué nos dieron esta memoria?
Momentos coleccionados y personas que desaparecen.
La muerte, la ruptura, el final de las cosas, los amigos que ya no lo son.
Etapas que nos acercan poquito a poco al final, porque somos efímeros.
Y queda la pena, los recuerdos que duelen, y ese paso inexorable del tiempo.
Pasan los años y quedan las cicatrices, pero también las alegrías.
Todo mi pasado y mi futuro.
Allí arriba.
Todos mis amantes.
Todos mis amigos.
Transformación.
Ser demasiado empático, o poco empático, también son un error.
Quietud y luz naranja cegadora.
Baño de purificación.
Habrá que ir a por más.
Una luna llena rodeada de estrellas y carros astrales.
Copas oscuras de los arboles.
Mundumalkorra y su belleza solitaria.
Nombres en euskera preciosos.
Como Amona, Bihotza, Laztana, Izotza, Maitagarri, Maitemindua, Ortzimuga o Mendia...
El sentido otro lado de las cosas.
Bonita cueva pequeña bajo la proa oeste.
A trepar....
Buena trepada, cuidado.
Su lugar.
Fajita que sigo.
Canal de acceso a la parte superior.
Vaya traves expuestas.
¡Por aquí!
...
Asomándome al oeste, detrás de la cima.
Pensando...
Atardeceres que alimentan el alma.
Rayo de esperanza...
Aixita y Hermana Mayor de Irurtzun.
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