Txindoki Express 960m+

El Cervino Vasco; 3,8km y 962m+ su ascensión.

Hace una semana el atleta de Urretxu Aritz Egea, batió el récord del Txindoki desde Ordizia en bicicleta y a pie, un récord con 41 años de antigüedad, y que ostentaba un bestia del deporte vasco como es el exciclista Iñaki Maiora, cuatro veces Campeón de España de Ciclocross (entre 1980 y 1984), y que militó en las filas de varios equipos profesionales muy importantes de la época como KAS y Teka entre otros... En dicha apuesta el sector Ordizia-Base del Txindoki se realiza en bicicleta tanto a la ida como a la vuelta (unos 16 kilómetros y 250m+), quedando el sector intermedio, el de monte, en unos 7,4 kilómetros y 960m+. Maiora empleó en este tramo a pie 56 minutos y 56 segundos en 1978, destacando el parcial del descenso desde la cima del Txindoki en 15 minutos 13 segundos (!!!!). Aritz Egea, siendo en la actualidad uno de los mejores corredores de montaña del mundo, empleó hace una semana 57 minutos y 32 segundos, siendo bastante segurola en el descenso, y ganando la apuesta por 1 minuto y 19 segundos por los tramos en bicicleta. Hay que poner de relieve que en 1953 Juan Jose Rezola, un carpintero de 48 kg de peso, construyó los cimientos de este reto, con un tiempo total de 1 hora, 42 minutos y 30 segundos, y un crono en el tramo de monte de 1 hora y 6 minutos. Y ojo, porque algunas voces aseguran que Rezola no comenzó su tramo a pie desde la pista forestal anterior a Larraitz, como hizo Maiora y ha hecho Egea, sino que partió desde el mismo Larraitz....

Tramo montaña Larraitz-Txindoki-Larraitz

Aritz Egea 57:32"
Iñaki Maiora 56:56"
Juan Jose Rezola 1h06´00"

También es digno de mencionar o tomar de referencia, los tiempos que se marcaron en el KV del Txindoki, cronoescalada que se celebró durante algunos años a partir de 2010, y que partiendo de Larraitz se paraba el crono antes del tramo accidentado de cima. De aquella época resaltar el tiempazo del francés Didier Zago (34:33"). Otro reto de Trail que ha vivido el Cervino Vasco es el de ver cuántas ascensiones completas, subir y bajar, puede hacer un ser humano en menos de 24 horas, siendo el récord actual el marcado por el korrikalari Aitor Garmendia el año pasado, cuando subió y bajó el Txindoki desde Larraitz durante 13 ocasiones (unos 12.300m+ y casi 100km) en 23 horas 16 minutos y 48 segundos....

Y con toda esta información previa rondándome la cabeza, este sábado día 14, probé el Txindoki con mis piernas, partiendo de donde Aritz Egea e Iñaki Maiora partieron en sus respectivos retos; desde la pista forestal que tiene su arranque kilómetro y trescientos metros antes de Larraitz, subiendo por asfalto desde Ordizia.

El camino arranca a una altitud de 379 metros en un espeso bosque de hayas, y remonta un tirabide de saca de madera antes de salir a la pista forestal que parte de Larraitz hacia el Txindoki. En seguida se toma el sendero de la ruta normal al coloso gipuzkoano, y pronto se gana el primer kilómetro de los casi cuatro que tiene la ascensión. En poco más de 9 minutos he ascendido los 180 metros de desnivel del primer kilómetro, y empiezo a adelantar a gente vestida de Trail que parecen zombies. Entre su andar torpe y lento, y que la niebla comienza a inundarlo todo, es como si un ataque zombie empezara en el Goierri. Pero pronto caigo que se tratan de participantes de la Ehunmilak que llevan casi 25 horas de carrera y más de 110 kilómetros.... Hay que ver esta gente en general qué mérito tiene. El campeón de la prueba hace casi tres horas que ha llegado a meta. En el cambio de vertiente del Txindoki, cuando uno pasa de la norte a la sur, abro el segundo portillo de mi ascensión, y afronto un kilómetro muy llevadero hasta el inicio de Tximista Bidea, el camino directo al Txindoki. Aquí me despido de los ultrarunners, a los que no he parado de animar, y me meto en niebla cerrada mientras la pendiente crece en inclinación. En 26 minutos he ascendido los casi 500 metros positivos que hay desde el inicio y sigo a un ritmo medio-alto. Un poco más arriba, en pleno cuestarrón, adelanto a una mujer que va acompañada de un perro muy salado. La niebla es cada vez más cerrada y la directa Tximista me está encantando al ir controlando las pulsaciones. Poco a poco el sendero va girando a la derecha en busca de la ruta normal. De entre la niebla aparece un antiguo cartel del KV al Txindoki que anuncia 800m+ y me animo al pensar que queda poco. Al poco rato salgo al superpedregoso camino de la normal, el cual sigo hasta que el cartel de Meta-Helmuga del antiguo KV me sorprende al estar bastante antes de la cima. Queda terreno pestoso que supero medio andando, y tras 49 minutos y 30 segundos pongo los pies en los 1341 metros de la cima del Txindoki. Umm, bajar de la hora y cuarto de vuelta en el coche parece factible, me digo, y no pierdo ni un segundo en empezar el descenso. Además hoy las vistas son nulas como para perder el tiempo deleitándose con el paisaje. 

El tramo pedregoso de cima y el descenso empinado de Tximista me los tomo con mucha calma, porque es fácil pegarse una ostia grande. Poco a poco voy bajando metros confiando en llegar al sendero cómodo de la normal y en él apretar de lo lindo. En 15 minutos y 29 segundos hago el parcial de Strava de los primeros 1,9 kilómetros del descenso, casi 4 minutos peor que Aritz, y firmando un puesto 12 de los 107 existentes en esta red social del deporte, para mí más que suficiente.... En el sendero de la normal voy rápido y a gusto hasta que me empieza el flato, mecaguen.... Tranquilo, baja revoluciones y respira hondo y se pasa, ya lo verás. Y en un par de minutos se pasa mientras ojeo el reloj, porque el objetivo de hacer sub1h15, parece aun real. De pronto adelanto a la mujer del perro que está de bajada y me pregunta si vengo de la cima, y se ríe cuando le digo que baiiiiiiiii.

Precaución, todavía hay corredores de la Ehunmilak que suben, y guardo distancia en los cruces con ellos. Pronto aterrizo en la pista de Larraitz y me tiro a buscar el portillo blanco que marca el descenso final al punto de partida. A un tipejo como yo le hace ilusión bajar de hora y cuarto y meto gas por el tirabide de bajada al coche, al cual llego empapado en sudor 12 segundos antes de la hora y cuarto, bieeeeeen, más contento que el copón. A mis espaldas la ascensión y el descenso de 960m+ del mítico Txindoki. Por hoy suficiente.

Hay que ver qué tiempazo se marcó Maiora en esta bajada en 1978, con zapas de deporte blancas. No sé qué tiene el Txindoki, pero termina embrujando a todo el que se le acerca. Bonitas apuestas y retos se marcaban nuestros mayores, y toman relevo hoy día nuestros jóvenes, y no tan jóvenes. Un placer recorrer estos senderos que son historia viva de este deporte. Mientras tenga piernas y pulmones que funcionen correctamente o medio correctamente, quiero gastar mi vida en estas cosas. 

Deporte e historia, ¿alguien da más?


-"Heaven On Earth" de Fat White Family (2012)
((Cielo en la tierra)
¿Puedes verlo venir por la calle?
(Cielo en la tierra)
Podría desgarrarme una parte
(Cielo en la tierra)
Tiene vino y huele a casa.)

Buen entreno.
Las nubes comienzan a tapar mi objetivo de la tarde...

Tras hora y cuarto de diversión y sudor, me hago una foto para el instagram enseñando un pezón.
Free the nipple!!! Por ahora no ha habido censura...



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