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Selfie.
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Cima de Sas Becé. Marmolada al sudeste. |
Imagínate ser responsable del hijo del jefe en una montaña de dificultad PD (trepadas espuestas de II-II+ grado), y que le pase algo:
-Hola Jon, ya he vuelto del monte.
-¿Qué tal se lo ha pasado Ander?
-Bien hasta que tropezó en el descenso. La última vez que lo vi daba volteretas en el abismo. Luego lo perdí de vista.
-(...)
-Bueno qué, ¿metemos las coca colas en la furgo-avituallamiento de mañana?
Es por esto que, hacer monte en Dolomitas con Ander de 19 años fue una actividad preciosa pero no exenta de preocupaciones para mí: El pico Sas Becé (2534m) sobre el mítico Passo Pordoi se presentaba como una actividad corta pero impredecible porque no había encontrado información sobre su ascensión, tan solo el vistazo fugaz mientras conducía los días pasados del sendero que sube hasta el hombro de la montaña. Y una vez que ascendimos por las 33 tornantes del sendero hasta ese hombro, seguimos progresando a ciegas en busca de la cima. De repente se presentó ante nosotros un descenso a una brecha con un par de pasos de I y una escalera vertical, donde se me pusieron los huevos de corbata por la responsabilidad que conllevaba. Bajé la escalera y Ander me preguntó sobre cómo continuaba la ascensión y vi un murito de II sobre la brecha y un aspecto bastante amenazante de lo que le seguía...
-Christian, si es más difícil que hasta aquí no merece ni la pena que baje la escalera.
-Ander, ¿te importa esperarme sobre la escalera? En 10 minutos subo y bajo de la cumbre.
-Vale.
En poco rato trepé el muro de II sobre la brecha, hice otra pequeña travesía de II y me planté en el paso más difícil; un paso de cresta muy raro de II+. Después el terreno se volvía más fácil, y así, en un siantemén puse los pies en la cima occidental de Sas Becé, con vistas a la Marmolada y a la vecina cima oriental, separada por una brecha salvable gracias a un dos cables en el abismo. Sin arnés ni de coña. Además Ander esperaba,
A la bajada Ander y yo fuimos a conocer la antecima occidental de la montaña, a donde llega el sendero de las 33 tornantes, y pasamos un rato agradable descubriendo su librito de cima y escribiendo en él "ZIKLO TEAM". Y si a la subida desde Arabba nos había acercado Stelian en furgo hasta Pordoi, el descenso hasta el hotel de Arabba lo haríamos a pie visitando entretanto el Cementerio militar de los Alemanes a un kilómetro de Pordoi, debajo de los paredones del Gruppo Sella. Este Cementerio con vistas a Falzarego y las Tofanas, es un lugar acongojante donde hay innumerables tumbas de la primera y segunda guerras mundiales. Indescriptibles nuestros pensamientos y lo que vimos allí.
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