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Aliseto y Peña Berrondo desde la vertiente Este de Ostiasko. |
Al final del día uno tiene un montón de historias raras metidas a presión en la cabeza; que si el 9N, que si el auge de Podemos y el acojono del PPSOE, que si UPN ha hecho más txantxullos que el Dioni, que si Osasuna debe pasta por un tubo, y no un tubo cualquiera... que si la bazofia de "Ocho Apellidos Vascos" es una caca, que si la vida de la Duquesa de Alba baila en la cuerda floja, que si Cristiano Ronaldo usa calzoncillos que realzan los glúteos....Al final la expresión "Yo me tiro al Monte" es genial para estos casos.
"Desinivete en la montaña por unas horas y muestra el culo a quienes se quedan en los valles, y verás cómo te lo agradece la txabeta" Y eso mismo me gusta hacer a mí.
El Valle de Ezkabarte es un Municipio inmediatamente al norte de la capi foral y hoy le he dado la vuelta al trote. Este Valle posee 8 concejos y cuatro lugares habitados. Su cima más elevada es el Ostiasko de casi 1000 metros, y su montaña más famosa el Ezkaba de 890 metros, cima insignia de Pamplona. Hoy salí a correr con las piernas duras y acartonadas porque ayer hice series para entrenar la velocidad, por si hay que salir pitando del país, y los 7 kilómetros hasta Sorauren coronando un hombro del Narval (771m) me han resultado pesados. Luego me he animado viendo en el GPS que el ritmo no era tan malo, y he continuado hasta Olaiz por el Camino de Santiago antes de torcer al oeste y subir al Ostiasko. De bajada me he perdido un poco intentando encontrar el sendero que sube desde Anoz y he buceado entre zarzas y barro hasta coger el camino de Makirriain. En la cima de Makirriamendi he disfrutado al ver los colores rosas del atardecer y ver a un milano girar su vuelo sobre mi cabeza, y en el pueblo de Orrio he sufrido el ataque de perro diminuto más feroz que recuerde. Antes de coronar el Ezkaba desde Garrués me he puesto el frontal en la cabeza porque la noche apremiaba y me he puesto a descender hacia casa cuando me he cruzado con dos Korrikalaris. Uno de ellos me ha saludado por mi nombre (???), le he alumbrado con el frontal y he reconocido a Gorka Rípodas, ese genio del trail navarro, un montañero del copón, reciente finalista de la Tor des Geants y la ostia. Un saludo rápido y cada uno a lo suyo, a mí me hubiera gustado haberlos acompañado hacia el Ezkaba de nuevo, pero hoy no tenía patas para más. Al compi de Gorka no le he visto la cara, pero por su voz grave o como sea que se diga, parecía un tipo importante jeje.
Llegando a casa he pensado que hacer deporte en el monte cuando atardece es genial, ver cómo los bosques y los valles se quedan quietos y silenciosos mientras se encienden las luces de los pueblos tiene algo especial. ¿Suficiente como para olvidar esas otras cosas de la vida? Seguro que sí.
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