Tristuibartea y la Lucha de Clases.

La Reserva Natural de Tristuibartea se caracteriza por reunir varias decenas de Has de roble belludo (Quercus humilis) próximas al clímax.
La Reserva Natural de Tristuibartea, Ariztia para los amigos (es decir, vecinos y habitantes locales), es uno de esos rincones de nuestra tierra apartado de todas partes y de todas las cosas. Plaquitas del Gobierno de Navarra de color verde y blanco y con el lema "Zona Periférica de Protección", o "Reserva Natural-Berezko erreserba", delimitan en pleno s.XXI 56 Has casi cerradas al ser humano entre el río Irati e

Hiriberri, sin caminos señalizados ni edificaciones, surcado por barrancos y sendas de animales que siguen las curvas de nivel. Únicamente le faltan las vallas electrificadas en el perímetro para parecerse a la Reserva de "Parque Jurásico" de Michael Crihton, la verdad. En los años ochenta el Gobierno de Navarra creó 38
Reservas Naturales en la Comunidad Foral, y una de ellas fue la que dio protección al "Robledal de Villanueva", un bosque muy salvaje de roble pubescente (Quercus humilis) que presenta un desarrollo y una extensión excepcionales, cercano a su clímax (la comunidad animal y vegetal hacen un uso óptimo del espacio y de la energía). Hoy en día los únicos seres humanos que hacen acto de presencia en este rincón perdido del Pirineo de manera legal, son los pescadores que recorren la orilla izquierda del Irati, o los curiosos como yo a los que no les importa ir monte a través para echar un vistazo a este vergel de robles sin igual. Antaño el uso que se hacía del robledal era distinto, sobre todo en su franja norte, la cual la cruzaban algunos caminos que bajaban desde Hiriberri hasta la cuenca del río Irati donde había un molino y la central hidroeléctrica de Betolegi-Orbara. Por entonces los habitantes de Hiriberri explotaban su madera de roble para con ella hacer vigas y muebles, pero hay que resaltar que dos terceras partes del robledal o más, permanecían en un estado semi-virgen, únicamente transitadas por cazadores y recogedores de setas o de leñas. Las ortofotos aéreas de hace 60 años, así lo atestiguan, Tristuibartea aparece como una mancha boscosa e impenetrable rodeada de campos y caminos, debajo de la cresta de Petxuberro, montaña relacionada con sorgiñas y lamias, ¿no será este robledal atlántico el nuevo bosque de Burkittsville de la "Bruja de Blair"?

          La otra mañana me sumergí en Tristuibartea desde el sendero local que asciende de Hiriberri a la cima de Petxuberro (1096m). Un asca debajo de la peña, cuando el robledal deja paso al hayedo, me sirve como lugar para torcer mi rumbo a la derecha y empezar a bucear en esta masa forestal silenciosa, como si la mitad del mundo no existiera. Mientras destrepo un barranco, o me agacho por una parcela de bojes o matas, uno aquí se siente ensimismado y aislado, como si al salir del bosque fuera a encontrarse en otro siglo o en otra parte. ¿Cruzaré el río Irati y me encontraré un mundo diferente, donde no caigan bombas en Gaza, ni haya paro, miseria y humillación en el país en el que vivimos? Algunos dicen que van al monte para desconectar y no pensar en las cosas, y yo cuando voy solo además de dejarme embriagar por la belleza de la naturaleza, pienso en las cosas, más vale que lo hagamos si queremos cambiarlas, intento buscar explicaciones desde la cima de las montañas, como alguien que mira una maqueta e intenta detectar errores que corregir en ella. 

           El último sondeo del CIS refleja lo que muchos ya sabíamos; todo ésto que estamos viviendo es una LUCHA DE CLASES tan gorda que una butifarra, y el que no lo vea, o no lo quiera ver, que vaya al oculista, porque sino algún día la sentirá bien metida en su trasero. Al parecer el partido de las gaviotas se mantiene con el voto de aquellos que quieren que todo siga igual, es decir que Tío Gilito, Rústicos en Dinerolandia y compañía, la Clase Alta, sigan forrándose a costa de que los demás, la clase baja, tengamos una butifarra metida en el culo mientras se produce ese reparto de la riqueza tan insostenible. Mientras, partidos como "Podemos", "IU", "Bildu" o demás, se mantienen o crecen exponencialmente con el voto de quienes tenemos el agua al cuello, es decir la Clase Baja, confiando en que todo cambie, es decir; Reparto de la Riqueza y por ende subida del consumo, Persecución de chorizos y delincuentes varios, Cambios legislativos, Más Políticas Sociales, Premiar a la gente buena y a quienes encuentran soluciones a nuestros problemas (investigadores, políticos de verdad, etc..), Invertir en una Educación de Principios, y un largo etcétera... ¿No será que la Clase Alta en el poder quiere chupar todo lo que pueda del sistema hasta que sean relevados? 

            Y en todo ésto el PSOE toma un protagonismo muy interesante. El partido de los ERES, el GAL, el Paro en los noventa, y las letras "S" y "O" de postín, se pega otro batacazo (y van....). Dicen por ahí que el nuevo Secretario General del partido va a cambiar el nombre de la agrupación política por PTE, donde la "T" significa "Tonto". Porque hay que ser muy tontos, pero muy, para posicionarse entre la Clase Alta y la Clase Baja para intentar arañar votos de un lado y de otro, y solo arañarse a sí mismos, ¿no se dan cuenta de que ésto se trata de una LUCHA DE CLASES que va a acentuarse con el cambio generacional? Porque hay que ser gili para elegir a un tipo continuista como nuevo Secretario General. Allá ellos, ojalá desaparezcan. En un hayedo las hayas que se quedan a medias en su competición con el resto, se doblan y mueren (se las conoce como hayas dominadas).

          Mientras, entre pensamientos y postales preciosas de robles, la perra "Gudi" y un servidor aterrizamos en el río Irati, hace poco declarado Zona de especial Protección junto a las cuencas de los ríos Erro y Urrobi, y el volumen de agua le asusta tanto a ella que me dice con la mirada un montón de veces que no va a cruzar. "Tranqui Gudi, buscaré un paso más cómodo río arriba", y así lo hacemos, eso sí, tengo que atarla con la correa y arrastrarla mientras el agua me llega a la cintura. El robledal protegido de Tristuibartea me pone las cosas medio-difíciles para salir de él, ¿no será que quiere protegerme de ese exterior repleto de listos y de listas que intentan someter a los demás? Lo digo por los políticos más crueles y por los borregos que les sacan la cara.


Recorrido de aventura a la puerta de casa.
Ariztia o Reserva de Tristuibartea en 1956.

El Museo de Casa Portal es punto de inicio de la excursión.

Una Velosolex en Casa Portal.

Escudo del Valle de Aezkoa antiquísimo con motivos astrales sobre el roble y el jabalí.

Pista de acceso desde las Bordas de Hiriberri hacia el robledal.

Sendero a Petxuberro como referencia.

Aska de referencia muy importante. 

Gudi y yo entramos en la Reserva.

Varios arroyos y barrancos recorren el lugar.

Brotes jóvenes de roble.

Un lugar apartado y silencioso.

Espino albar.

Olmo.

Acer opalus.

Limacos reproduciéndose.
Al tratarse de una especie hermafrodita ambos levantan la capa protectora de los genitales y se ponen en contacto para intercambiar el esperma.

¡Qué bonito es el río Irati!

¿No te atreves a cruzar Gudi?

Betolegi, Bar con solera y Área Recreativa fluvial.

El puente colgante de Betolegi.
Hace algunos años se grabó un anuncio de Coca Cola en él. Hoy en día, está en mal estado y permanece cerrado con un madero cruzado, nadie sabe a quien pertenece en caso de reparación o accidente...

Divertido si asumes responsabilidad y un pelín de riesgo.

De nuevo ascensión a Hiriberri siguiendo el antiguo camino que bajaba de este pueblo al Irati.

Orbara.

Escobas o Retama Negra.
Atardeceres Pirenaico-Navarros.

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