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Locos de alegría y haciendo el payasete, ¡Cómo pa no! |
Los navarros tenemos mucha suerte de vivir en el lugar en el que vivimos y de vivir al lado de lugares muy guapos. En nuestra Comunidad Foral, antiguo Reino, atesoramos una tercera parte de los hayedos de toda la Península Ibérica, poseemos picos de mas de 2000 metros, tenemos cortados y foces que son una maldita joya, tenemos bosques de influencia atlántica y bosques de influencia mediterránea, y entre otras cosas tenemos dentro de nuestras fronteras esa maravilla esteparia como son las Bardenas Reales (nuestra única Reserva de la Biosfera). Solo nos falta tener costa, pero para eso ya tenemos las playas de Iparralde y Gipuzkoa, y no nos acongoja el hecho de que nos definan como "Meaplayas". Otra cosa que no tenemos son glaciares, y para eso tenemos unos vecinos muy majos como son los oscenses que si los tienen, por ahora, y es una gozada pisar algunos de ellos. Lo que no tenemos los navarros tampoco, es una montaña solitaria que destace cientos de kilómetros a la redonda, a imagen y semejanza de los volcanes de Sudamérica, pero en la frontera
entre las provincias de Zaragoza y Soria hay una montaña que destaca sobre la llanura muy atrayente, y esa "Gran Teta", o nuestro particular Garnd Teton de Yellowstone, es el
Moncayo de 2318 metros.
Actualmente la vertiente maña del macizo del Moncayo, es Parque Natural, y ofrece a quien quiera subir hasta su cumbre un sendero muy pisado y muy conocido, acondicionado por los trabajadores del Parque, desde el Santuario a 1600 metros o, un poco antes desde el Parquing de Haya Seca. Hace unos días Ainara quiso preparar su particular asalto a Monte Perdido entrenando en el Moncayo, y subió muy bien hasta la antecima o cima de San Juan (2283m), y se dejó llevar emocionada los últimos cientos de metros hasta la cima principal. Allí, protegidos del viento, vimos aterrizar en la cumbre a una pareja de trail-runners y reconocí a la chica, que era Mari Cruz Aragón, mitad navarra, mitad aragonesa, campeona este año de Navarra de Triatlón Invernal, campeona de España de Veteranas de Carreras por Montaña, o campeona de Aragón de la misma especialidad... Su compi "nos ganó" a Ainara y a mí porque conocía Orbara y Orbaizeta. Tras unos bocados comenzaron el descenso y yo me morí de envidia. ¡Qué monte más guapo para subir corriendo! De hecho el sendero desde Campamento, pasando por el Santuario, es muy corrible.
De vuelta a territorio navarro, algunos kilómetros antes de Tarazona, pasamos por ese tramo de carretera tan especial y famosillo... una recta que ni Iker Jimenez de Cuarto Milenio ha podido desvelar su secreto, una recta de asfalto en bajada donde pones el coche en punto muerto y asciende por la pendiente... Ainara se acojonó!! ¿Magnetismo? ¿Ilusión óptica? ¿Milagro de la Virgen de Lourdes? Lo dicho, en Navarra y en sus territorios vecinos poseemos de todo.
Más abajo tres fotografías de mis anteriores ascensiones a esta gran montaña.
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