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Simplemente IRATI. |
Irse al sobre en la
Sierra de Abodi mientras el viento zarandea tu furgo y te llega un mensaje de Facebook como este;
"Ainara, mañana preparate para la nevada en Jaurrieta", un día de mediados de Mayo, es la ostia. Ya se sabe, hasta el cuarenta de Mayo no te quietes el sayo, y tal. Ainara y yo amamos Irati, y punto. Una nueva edición de la Irati Trail a la vuelta de la esquina, o de la noche como en este caso, y bajamos a Casas de Irati temprano con la ilusión y las ganas de la primera vez, allá por 2013. Y entonces lo de siempre, saludar al guarderío, pillar dorsal, saludar a conocidos y conocidas, dar las gracias a
Javi Udi y a la organización por esta carrera, contar algunos chistes, ajustarse la ropa para correr y a darle.
En la salida, tras el cachondeo desde la distancia con Hugo por la gorra que me he calzado, le digo a Olatz Etxeberria, la compi de curro de Ainara, que me pille rueda los primeros cientos de metros para evitar el tapón del primer kilómetro, cuando se sale de la pista al sendero de Zabaleta. Tengo fe en ella, porque si no se queda atascada en el tapón le irá mejor y creo que puede hacer podio. Antes del tapón choco los cinco en el margen de la pista con un viejo conocido, un tipo de Elorrio amante bicicletero de la Irati Xtrem (ha hecho todas sus ediciones), con todos ustedes Roberto Aizpitarte. Cuidao. Su hija participa en la corta. En el sendero de Zabaleta veo alejarse a la cabeza, también a algunos conocidos como Rubén Morillo y Sergio Elarre que corre en la corta. En una cuestilla adelanto a Mikel Amatriain, hermano de, que lleva año y poco en este mundillo y progresa que da gusto, de hecho cada vez que le veo le veo más flaco, y que hará décimo en la corta yeah. Para el cruce del río Irati mediante pasarelas ya voy pensando que el monte está hecho un cristo de barro y que con llegar a meta vivo ya me vale, en serio, y empiezo a moverme tranquilo, siempre concentrado en el puto suelo. No creo que baje el tiempo del año pasado con explosión en la cima de Akerreria.... En la subida al monte de Lizardoia me sorprende lo poco que agarran las zapas y hay que ir buscando constantemente la tracción en los orillos repletos de hojas. Antes del tramo cimero Ainara saca fotos con una sonrisa. La corzika de Luzaide ha subido desde Casas de Irati por donde bajaremos y me avisa de que la bajada está hecha un asco. Luego, nada más empezar el descenso, el campeón de Ezcároz Andrés Algarra me repite lo mismo desde el orillo del sendero. Menudo titán de tío, gente sana sana del Piri. Otro de Ezcároz pero que no asoma la cabeza en esta edición de la Irati Trail es Raul Roda. A ver cuándo quedamos basurde.
Tras el primer bucle afronto la subida a Akerreria mucho mejor que el año pasado. A un lado del camino me animan los aitas de Hugo y en la ermita está Roberto Aizpitarte animándome otra vez. Subo hasta Akerreria bastante suelto y me enamoro del nevado tramo final.... ¡Qué espectáculo el hayedo abetal nevado naciendo de las piedras! Uno de mis mejores paisajes en una carrera de montaña, sobrado, a la altura de la cima de Collarada en la 2KV, o la cima de La Moleta en la Maratón de Canfranc.... Cuando uno pensaba haberlo visto todo en Irati, llega este mágico monte y te obsequia con ésto. Impresionante. El descenso al río Urtxuria lo hago rapidillo absorto por el paisaje, aunque nos graniza en un raso. En el recorrido hay voluntarios en cada punto conflictivo y se agradece, y cuando cruzo a lo Moisés el Urtxuria me viene a la cabeza el recuerdo de cuando bajé desde aquí hasta Casas de Irati por el cauce, por sus gargantas fáciles pero preciosas. En el avituallamiento del 18 sé que queda poco para el final de la fiesta, y voy tan a gusto que me da pena acabarla. Los "sube y bajas" del camino viejo a Koixta son ya un clásico del calendario navarro de Trail, cuando salvas varios barrancos y pasas al lado de un gran tejo asomado a un cortado, y si además están llenitos de chocolate color barro pues mejor. Tras el tercer y último cruce de río, la cuesta a meta resume la lentitud hoy del terreno, en serio, patinaje sobre barro; días como hoy te hacen duro. En meta firmo casi el mismo tiempo que el año anterior, 2h 43´y un puesto 23, y pienso que no ha estado mal tras semejantes condiciones.
Junto al arco de meta no puedo desaprovechar la ocasión para saludar a un camuflado Xabier Zarranz (se hace raro verle vestido de mendizale entre el público), y cruzar algunas palabras con Javi Udi, que me cuenta que ha habido bastantes retirados y que hay amenaza de corte sobre bastantes corredores. El terreno está pesado y resbaladizo, pero mola, mola mucho. Me cuentan que el salazenco Javier Azkoiti y el roncalés Mikel Bainés han ofrecido un apretado final por el tercer puesto en la cuesta a meta, esa del patinaje sobre barro. Tampoco puedo desaprovechar la ocasión para sacarme una foto con el propio Mikel. Entre los nuestros Olatz ha sido tercera en la corta tras dos chicas llamadas como ella, de hecho la segunda es la hija de Roberto Aizpitarte. Les han separado 22 segundos. Hugo firma un gran séptimo puesto en la larga demostrando que en este 2018 está más fuerte que nunca. Mención especial a Eduardo Aranguren, con él bajé Lekime este año; el escalador de Iruña hará 3h 16´en la larga... Zorionak txapeldun!!
Eskerrik asko al Club Deportivo Salazar por semejante carrerón, y ojo, no soy muy dado a decir cumplidos para aquellos que llevan a un lobo con un cordero en la boca en el escudo. Cuando alguien se lo curra hay que reconocerlo, por muy salazenco que sea juas juas. ¡Si es que se curran hasta los trofeos! Eskerrik asko bihotzez!
Distancia:23,5km
Desnivel: 1400m+
Tiempo: 2h43´
Puesto: 23/165
Chistian y la verborrea que te caracteriza. ¡Eres un verdadero crak retransmitiendo la jugada! Conocedor de korrikalariak, de ambientes, de sensaciones... en fin.. un fenómeno! Recuerdos a Ainara y enhorabuena por tu crónica! Zorionak!
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