<<El barranco de Muraga, próximo al pueblo de Artaza y a la casa-palacio de Urra, pertenecientes ambos a la Améscoa Baja, es uno de los lugares de Tierra Estella más salvajes, desconocidos e inaccesibles, al menos en algunos o bastantes de sus tramos (...) Discurre zigzagueando indolente o precipitándose en cascadas íntimas y caprichosas (...) Todo este ecosistema es único, muy denso de vegetación, con predominio de la encina de gran porte, creando un hábitat ideal para fauna variada. Un lugar amplio y rico que hay que preservar y que existe gracias a que estas tierras estuvieron sumergidas bajo el mar hasta hace unos cuarenta millones de años.>>
-Diario de Noticias de Navarra, 19 de Marzo de 2016.
El altsasuarra y Guía de Barrancos Iker Agirre, es un deportista al que le gustan los descensos pow-pow de skimo y coleccionar barrancos con renombre y solera, sin embargo a veces le gusta merodear lugares poco conocidos, como un setter olisqueando nuevas aventurillas. Así, un día mientras volvía en coche de currar en Larraona, se fijó en unos circos rocosos al sur del pueblo de Artaza, y decidió ir a echar un vistazo encontrando una instalación de rápel en uno de ellos: Allí, en esa pequeña cuenca hidrográfica, había tema.
La cuenca hidrográfica al sur de la carretera de acceso al pueblo de Artaza y Palacio de Urra, posee un barranco principal conocido como el de Muraga, y a éste caen varios afluentes laterales. Uno de ellos, muy cercano a Urra, cae desde el norte formando un bonito recodo. En él hay dos químicos nuevos para montar un pasamanos que te acerca a un bonito rápel entubado de 25 metros desde dos químicos bastante más antiguos, y que Iker y yo disfrutaremos. Más adelante, afluente abajo, hay dos resaltes donde Iker y yo instalaremos cuerda a modo de pasamanos porque están resbaladizos por la ligera lluvia de la mañana. Una vez en el barranco principal decidimos remontarlo, un poquito cerrado de maleza. Más arriba descubrimos algún afluente lateral más, pasamos por debajo de un bloque de roca que forma un puente, y llegamos a otro circo bonito. En éste decidimos treparlo por la orilla orográfica derecha hasta una faja que nos deja sobre el mismo, y allí rapelamos por el cauce desde un anclaje natural hasta una poza o repisa intermedia, donde hay una instalación compuesta de dos parabolts que nos permite montar otro rápel hasta el suelo. Bonito txoko; en total un par de rápeles de 15 metros más o menos.
Barranco arriba la roca forma un pasillo estrecho, y hay un par de resaltes que trepamos y en los que puede hacer falta cuerda en su descenso, antes de salir a la parte superior, una "V" de roca descompuesta y fuertemente erosionada por el agua, cuando la haya por aquí...
Eskerrik asko Iker por estos momentos en rincones no tan conocidos. Da gusto pasearse y rapelar "por el otro lado".
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