Ferrata de Santa Elena 2009

Un bonito resalte tumbado.

La Ferrata de Santa Elena, cerquita de Biescas, es una línea ideal para empezar en el mundo de las ferratas, se trata de una actividad muy interesante para hacer con niños, y la primera vez que la hice fui con una niña muy particular, es decir, con Ainara. Desde el parking de la N-260 cruzamos el puente de Canonges sobre el río Gállego y tomamos a continuación las marcas blancas y amarillas del PR-HU-78 hasta el panel en la base de la ferrata.

         La vía en sí posee muy poca continuidad, se trata de un espolón tumbado de cien metros de desnivel con media docena de resaltes muy bien equipados. Nosotros lo pasamos muy bien, Ainara disfrutó un montón en cada muro. Para los auténticos frikis de las ferratas les puede resultar  una actividad algo sosa, así que recomiendo que se complemente con otras actividades en la zona. La verdad es que en Aragón cada vez hay más ferratas, pero la mayoría son facilonas para negocio de empresas de aventura que llevan a ellas a clientes sin experiencia (Escarrilla, Oza, Canfranc...), aunque también hay excepciones preciosas (Foradada de Toscar, Croqueta de Obarra, Canal del palomo...).

          La ferrata termina coronando el promontorio rocoso donde se asienta el Fuerte de Santa Elena del s.XIX. A la izquierda el camino nos lleva a la ermita que da nombre a este lugar entre Biescas y Hoz de Jaca, donde hay una fuente de aguas curativas. De bajada nos acercaremos a ver el dólmen de Santa Elena.

Croquis de la web "Deandar"

Ainara en el primer resalte.

Una vía ferrata fácil y escalonada.

Visión preciosa sobre los Argualas.

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