Basurdeen Begiratokia (160m, IV+) y Arista Oeste de Erroilbide (130m, V-)

diciembre 16, 2015

Basurdeen Begiratokia (160m, IV+) y Arista Oeste de Erroilbide (130m, V-)

Una cordada llegando al "Mirador de los Jabalíes"

En la vertiente sur de Aiako Harriak, sobre la carretera de Aritxulegi, hay una tontorra secundaria debajo de la repoblación de alerces de Enarri a la que se acercan los jabalíes de la zona en busca de alimento, y las visibles hozaduras del pastizal son señal de ello. Hasta allí varios equipadores presumiblemente guipuzcoanos han equipado este otoño una vía de cinco largos y baja dificultad sobre granito viejo., y han llamado a la línea "Basurdeen Begiretako, 160m, IV+" (El Mirador de los Jabalíes). Mikel y yo probamos la vía cuyo inicio está a pie de carretera prácticamente, y nos sorprendemos por la magnífica equipación de la misma, a base de enormes químicos. No hay duda de que esta escalada de varios largos se convertirá en una clásica de Gipuzkoa, porque posee varios ingredientes para que así sea; buena equipación, sin aproximación si quiera, con grado asequible y sobre roca compacta y segura. Los largos 1, 2 y 3 son interesantes, pero los 4 y 5 nos hacen rememorar a Mikel y a mí lo que vivimos en la también guipuzcoana Arista Bagoneta, aun así se pueden aprovechar muy bien y utilizarlos como terreno de juego donde practicar la progresión en ensamble o cosas por el estilo. En su cima Mikel y yo nos planteamos seguir con la jornada, nos ha costado escalar hasta aquí 1 hora y 40 minutos tranquilamente, y no es manera de volverse a casa así. "¿Qué, le metemos a la arista de Erroilbide?", "Vale". Y no se hable más. Tras veinte minutos de "aproximación hambrienta de nueva roca" nos colocamos en su base.

La Arista Oeste de Erroilbide (130m, V-) es algo totalmente diferente a la vía Basurde, pese a que ambas poseen grados por el estilo. El corte alpino que presenta la convierte en otra cosa; en 130 metros de desarrollo solo hay cuatro seguros fijos (dos clavos, un parabolt y un cordino empotrado). Así que en esta arista de hierba y roca hay que buscarse la vida, y buscársela en granito viejo puede ser complicado porque no hay dónde colocar seguros flotantes. Ojo al tercer largo, donde se encuentra el paso duro de la vía; sobre el cordino empotrado y el clavo que se mueve no hay muchas posibilidades para protegerse, y ante una caída es muy probable que se pique suelo en la plataforma de la R2... ¿Qué grado de exposición de la escala británica "E" le ponemos? jeje. Más arriba la R3 está equipada con un parabolt y se puede reforzar con un puente de roca. Por la terraza donde se encuentra pasa una de las variantes de la vía "Chimeneas Superpuestas", y se puede apreciar un parabolt a cada lado de la reunión. Y ya solo queda el último largo para que Mikel y yo nos asomemos a Erroilbide, el punto máximo de Peñas de Aia, la montaña más vieja de Euskal Herria. Soberbio.