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La vía Fignon. |
En el reciente Stage de
ZIKLO en
Luz Saint Sauver, el
Tourmalet ha vuelto a ser el puerto de referencia para muchos de sus participantes. Por eso el sábado se subió por sus dos vertientes, ascendiendo
Hourquette d´Ancizan y Aspin entre ambas, para hacer una de esas etapas jugosas para el ciclista: 130 kilómetros y más de 4000 metros positivos. Este paso de montaña asfaltado es uno de los más altos del Pirineo y sirve de meca mundial para muchos adictos al ciclismo. En sus casi 36 kilómetros entre
Sta Marie de Campan y Luz nacen una infinidad de historias pintorescas cada temporada, y en esta de 2015, cuando nos hemos enfrentado a sus rampas en bicicleta o en coche de apoyo, han vuelto a surgir momentos para el recuerdo. Uno de los ocurridos a mí me impacta muchísimo;
Paco de Marbella se encuentra cada año desde hace ya unos cuantos a un
burro viejete, pelado de pelo en algunos sitios, que da lastima mirarlo, entre el pueblo de
Gripp y el parking superior de
La Mongie (hay 10 kilómetros entre ambos), y este año, animal y marbellí no han faltado a su cita. Esta vez Paco se lo encuentra en La Mongie mientras asciende con casi 100 kilómetros en las piernas, y como en otras tantas ocasiones le ofrece comida y se hace un selfie con él. Está claro que Paco reconoce al burro, ¿reconocerá el burro a Paco también? La primera vez que se conocieron hacía frío y llovía en el Tourmalet, y mientras el burro se resguardaba en una bajera, aparecieron por allí los malagueños Paco y David buscando un abrigo. Y así se conocieron.
Otra historia en el Tourmalet que me ha dejado sin palabras es el estilo sobre la bicicleta de
Fran, el médico especialista en medicina de interiores, que muestra un poderío en la carretera pocas veces visto. Verle desde la cuneta volar sobre la vertiente de Luz, adelantando a todo chichiflú, ha sido impresionante. El gallego afincado en Madrid, y estudiante en Pamplona durante siete años, continúa haciendo exhibiciones "remando" y "haciendo palanca" como nadie; mete desarrollo duro y asciende haciendo eses a una velocidad endemoniada, así que algunos le llamamos
"el Trankas". Y mete unas diferencias tan grandes cuando se escapa hacia arriba que el hombre queda fuera de tiempo por adelante, y las asistencias no pueden asistirle. Lo más gracioso de todo es que a las noches, mientras se toma unas cervezas y se fuma unos cigarritos, se descojona de quienes guardamos quietud y buenos alimentos, se ponen medias de recuperación, o hablan de watios o de aminoácidos.
Y como el Tourmalet no es solo cosa de burros, no voy a desaprovechar estas líneas y voy a narrar una historia bonita de este lugar mágico. En la cima de este coloso, en el famoso
Restaurante-Bar de la cima, construido en 1948 y adornado con motivos ciclistas, trabajan estos días
dos chicas de Navarra y Murcia, ¿qué hace una chica de Murcia en un rincón de montaña tan diferente como este? Si alguien ha estado en Murcia, o es de Murcia, sabrá de lo que le hablo. ¿Nadie ha jugado alguna vez a imaginarse la vida de un desconocido cuando va por la calle o por el monte? ¿Cómo acabó una murciana sirviendo cervezas a ciclistas de todo el mundo sudados y cansados? ¿Amor, necesidad, ganas por aprender francés, pasión por el paisaje pirenaico?
Solo queda dar las gracias a todos los asistentes al Stage: Gracias a
Fran por ser así, a
Jose Luis por su sonrisa perpetua, a
Javi de Madrid por ganar ultra-trails y después compartir experiencia y momentos con nosotros, a
Carlos por su elegancia andaluza, a
Ángel por esa personalidad tan divertida, a
los chicos de Valencia por ser tan majos y respetuosos, a Roberto porque es genio y figura de las buenas, muy buen tío, a
los cinco magníficos del Hontoria Team porque además de ser chicos y una chica talentosos profesionalmente, en una compañía de teléfono de cuyo nombre no me acuerdo, se mueven muy bien sobre las dos ruedas; Tomás, Hugo, Olga, Josete y Amando seguir así. Gracias también a
Rubén, el cazador de puertos autor de
www.locosdelabici.com y colaborador estrella de
ZIKLO, por sus entretenidas charlas de ciclismo, a
Gabriel por el maillot del Athleti pintado a mano por su mujer, y a
Antxon, Paco y Jon por estos puertos e instantáneas sumadas a piernas y cerebro. Nos vemos.
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