Tresmiles del Circo de Gavarnie 2003

Atardecer de ensueño desde la cima plana de Marboré (3248m)
Ojear un álbum de fotos siempre es agradable, me encanta hacerlo a solas, sentado en el sofá de casa y pasando las hojas de una en una, y un montón de recuerdos invaden mi mente. Entonces te encuentras instantáneas como las de este post, pegadas a las hojas de cartón de un álbum cualquiera y recubiertas con papel de cebolla, y piensas...¡Coño qué rápido pasa el tiempo! ¡Ya pasó una tercera parte de mi vida desde aquello! ¿Por entonces Kike, Javi y yo ya encadenábamos 10 tresmiles de una sentada? ¡Madre que pantaloneta llevaba!

         De entre los recuerdos más especiales de aquella travesía de dos días, entre la Pradera de Ordesa y Pineta, la primera imagen que me viene a la cabeza es la cara desencajada de Javier Galdeano, cansado y descompuesto tras el vivac en la cima del Marboré (3248m), para luego rajarse en la subida al Cilindro de 3325m, tumbado sobre la graba y la roca cercana al Pitón SW (3194m), para resucitar un poquito después y ascender hasta el Perdido (3355m). Otro recuerdo de los buenos, aparte de la discusión con Javi sobre  Olano e Indurain del Mundial de Colombia 1995,  fue cuando en el Collado del Cilindro preguntamos a una pareja de montañeros por dónde se bajaba al Balcón de Pineta. Uno de ellos se incorporó del picnic que estaban haciendo y nos contestó cual lince: "hacia la derecha primero y después hay una chimenea a la izquierda, de todas maneras cuando os alcance ya os lo explicaré" El tío comía al sol y al ver nuestras pintas pensó que no éramos muy rápidos, y que dándonos 15 minutos de ventaja se creía que nos iba a pillar 300 metros más abajo (hay que ser ingenuo). Total, que bajamos en tres horas hasta Pineta y nunca más le volvimos a ver.

          De aquella época, otra cosa que recuerdo con cariño, son los viajes de regreso a casa que hacíamos en autostop, donde Kike era un artista de la materia, poniendo la mejor de sus sonrisas mientras levantaba su dedo gordo al viento. El problema llegaba luego, cuando llenábamos los asientos de la parte de atrás de un turismo cualquiera con olor a jabalí descuidado, y con tres macutos enormes y sucios colgando de nuestra espalda. 

         Aquella tarde de Julio, tras hacer los 10 tresmiles comprendidos entre la Brecha Roland y Monte Perdido (nos faltó el Dedo de 3188m), tuvimos que dormir en un parque de Ainsa de camino autoestopista a casa. Así éramos por entonces; nos duchábamos poco, no llevábamos teléfono móvil ni vestíamos ropa muy técnica. Le poníamos pasión y ganas por descubrir cosas, y con eso bastaba. Joder, ¿me estoy haciendo mayor o qué?

(Fotos del gran Javier Galdeano)

        
Poses de escándalo con vistas a la Cascada de Cotatuero de 200m.

Clavijasde Cotatuero. Muy fotogénicas, pero no son para tanto desde que las equiparon con línea de vida.

Dedo de la Falsa Brecha, Pico Bazillac, Brecha de Roland, Casco y Torre.

Cima del Primer Pico de la Cascada (3098m)

Una foto de grupo desde el hombro del Cilindro (3325m)

Trío de malotes en la cima del Perdido (3355m)

Javi disfrutando como un enano en las entrañas de la Gruta Casterét.


Una trave para el recuerdo.

Comentarios

  1. ja ja que buenos recuerdos. Yo estoy igual, vosotros habeis engordado bastante, jeje.

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  2. Estas son las fotos que al verlas hacen que una sonrisa asome... La travesia sigue siendo todo un clasico...

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  3. kike,lo de engordado lo dirás por Javi, porque yo....jeje

    Zieft; la trave de donde? de Ordesa o la de las clavijas de Cotatuero?

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