Palomeras del Fornocal R4 L7
La carretera que une Colungo con Boltaña atraviesa en su kilómetro 26 y mediante dos puentes, un interesante mundo de conglomerado en forma de siete descensos deportivos (Fornocal, Baricolla, Las Gargantas, Sarratanas, Malpaso, Xae y Palomeras del Fornocal). De todos ellos, los que más fama guardan son el Fornocal (el último gran cañón de Guara hacia el este), el Barranco de Sarratanas (con su Cueva Aguilar), y Palomera del Fornocal (bajo el primer puente desde Colungo). Este último ofrece un breve pero divertidísimo descenso, atractivo por sus estrecheces y sus tramos sinuosos, y con cuatro usos de cuerda en rápeles de pocos metros.
En mi descenso en solitario, mientras Mai echa la siesta, empezaré el mismo intercambiando unas palabras con una pareja de barranquistas alemanes que observándome desde el puente de la carretera, me preguntarán por el nombre del descenso. Justo debajo del puente empiezan los destrepes y los primeros rápeles. En todo momento disfrutaré de un pequeño chorro de agua, y las pequeñas badinas de la grieta entre recovecos y curvas, me recibirán con aguas limpias y transparentes. En este tramo llaman la atención un par de bloques empotrados por encima de la cabeza, y un último rápel tumbado entre tobas.
Finalmente se aterriza en una bonita sala inferior rodeada de altas paredes y que sirve de introducción al tramo final; un par de pasillos subexcavados dentro mismo de la gran grieta.
El agua del barranco desemboca en el Barranco de las Gargantas, que no es sino la continuación del Barranco del Fornocal (El Barranco de las Gargantas se podría descender hasta el Puente del Diablo, en el camino entre Colungo y Asque), creando una intersección de altas paredes muy bonita. El regreso se realiza por una empinada senda en terreno semi-jabalinesco hasta la carretera.
Precioso.
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