En la cima del Techo de Murcia por encima de los 2000 metros.
Recuerdo el viento y el paisaje agreste. Los cientos de metros de desnivel para llegar a la cima del monte Revolcadores, también llamado Obispo de 2014 metros de altitud. Hacía frío. Sólo tres de las diecisiete comunidades autónomas de España no poseen picos de más de 2000 metros, y Murcia no es una de ellas por una quincena de metros. Carreteras desangeladas y hasta una minitormenta de arena entre paisajes marrones. Lo diferente engancha. Quietud y soledad en la frontera con Albacete que cautivan.
Después me fui a Cabo de Gata, a pasear por sus playas, a asomarme a sus acantilados, ¡qué rincón más bonito! 2009, tiempos melancólicos.
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