Castillo de Achert (2390m), vigía constante de nuestros pasos.
Anatera Alta de 2289 metros, es una montaña que pasa desapercibida ante su proximidad a gigantes del Pirineo Ocidental como son Castillo de Achert, Agüerri o Bisaurín. Sin embargo la visión desde su cima tiene fama de bonita; eso me contaron unos buenos amigos mendizales hace algún tiempo. Ainara, Hugo y yo nos hemos bañado hoy en sol, nieve, verde y luz para coronar ese mirador sobre Aguastuertas y comprobar con nuestros ojos que lo que se cuenta de esta montaña es cierto.
Esta mañana la Selva de Oza nos ha parecido más hermosa que nunca. También le hemos sacado mucho partido al avistamiento de sarrios y a los primeros silbidos de marmotas de la temporada. La nieve, granizada y marrón en vertientes sur y sudestes, pero de buena calidad en las oestes no nos ha supuesto un gran escollo. Y así, poco a poco, hemos alcanzado la cresta roja del Anatera, con pequeña trepada divertida por medio para llegar a su punto más alto. Y la panorámica bestial. Mola. Da gusto reencontrarse así con nuestra cordillera tras meses de mal tiempo y los problemas físicos de Ainara. No está mal su renacimiento pirenaico; en total 14 kilómetros y casi 1300 metros de desnivel positivos. Cuesta arriba paso a paso, y cuesta abajo de barrio en barrio.
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